viernes, 26 de diciembre de 2008

Poe Y Baudelaire


Yo también he sentido el hastío de las horas aciagas y el spleen de la vida urbana arraigarse a mi piel como flores de acero, como un enigma de la existencia  que nos devuelve el sentido y un ideal.

Tal vez si no fuera por ello, nuestra desdicha sería aún más terrible, bajo el anestésico amanecer de la ignorancia nos conformaríamos con los mendrugos del confort.

 

Hoy, abrumado por el  desesperante peso de la conciencia, ensombrecido de tanto ver, prefiero refugiarme en una galaxia mucho mas lejana que aquella que delata el porvenir.

 

He descubierto que la verdad es inefable,

                                 el destino implacable,

                                 y todas nuestras pretensiones vanas.

Conozco el linaje de cisne al que pertenecemos los mártires del desconcierto

¿Es La vida una farsa en la que debemos actuar un papel?

¿Y mientras tanto que?.

Decía Baudelaire en una biografía que él mismo escribiera sobre Edgar Allan Poe que los espíritus mas refinados y puros eran arrojados al Circo de la vida cual mártires a las bestias, y que esta era la fragua para que el temple de semejantes filos apareciera.

 

domingo, 14 de diciembre de 2008

Aquí y ahora





















Aquí en el mundo
entre los hombres
y el propio aparecer...

En el calor de todas las cosas
que se pierden,
como estas letras
ya perdidas,

Y el viento que riega
con gotas puras
el corazón.

viernes, 7 de noviembre de 2008

Reflexiones sobre una charla de bar entre amigos




Formas metonímicas de desplazamiento del significante para intentar alejar el sentido del nodo: la ética y el sentir.
La especulación filosófica al resguardo de las prácticas, la especulación de construir una narrativa que por momentos legitime una práctica, y por otros, en los escollos, se invalide a si misma en la guarida de las palabras que se alejan del mundo: precisamente el argumento que se esgrime para evadir el propio sentido que se les impone a las palabras y legitima nuestras posiciones vitales es decir que ellas mismas carecen de sentido cuando invaden el centro vacío que es miedo, que se nos hace carne en el punto angustiante de nuestro miedo: el punto ciego de significantes en que lo real se presentifica y en donde nos es demandada una apuesta: la apuesta es elección en el sentido mas íntimo, la elección de decidir por exceso de fuerza sobre el continuo en el que somos decididos.
Luego: Las pulsiones, las fuerzas vitales como verdaderas impulsoras de nuestro deseo, nuestro hacer ligado a ellas y el centro que les responde desde la indeterminación absoluta, como la máscara de las máscaras que recubren la cebolla de identificaciones en que pretendemos ser, debajo de ellas, ¿qué?, y “¿qué?” es una pregunta no solo gramatical (retórica), es el símbolo y significante para el deseo (el deseo del otro), el deseo de símbolo que recubra el silencio angustiante del miedo : ¿qué? Es una pregunta por el sentido, y el sentido es el mismo devenir de la pulsión en deseo que se recubre de significante. La pregunta es siempre motor, motor del deseo, de la apuesta y de la vida.
La determinación versus la elección: el libre albedrío.
Si no podemos elegir al menos elegiremos creer que estamos completamente determinados, ¿de qué otro modo podemos decidir la determinación mas que con símbolo, con palabra y narrativa?
Bien, al menos hemos elegido el símbolo de nuestra condena, hemos construido la cadena que nos fije a los sentidos de un sentido que no logramos entender, pero que mecánicamente nos arrastra en la marea del devenir de las fuerzas deseantes, las puramente pulsionales y las contingencias del existir en que somos significados por esta aritmética del ser.
¿Qué sería la determinación?, tal vez un quiebre sobre el azar, si lo todo posible es un naufragio del sentido donde solo actuamos económicamente buscando las únicas elecciones que nos son posibles, no habría elección posible mas que elegir lo ya elegido, estaríamos eligiendo, pero seríamos elegidos. “Elegir” es un significante vacío que reclama una cadena en donde unirse como eslabón en un rumbo que interrumpa la lógica económica del sentido, de la determinación.
La lógica económica del sentido es un desplazamiento de la significación hegemónica de occidente: la dominación del territorio imaginario en que habita el hombre es una extensión de la lucha por el dominio del otro: del cuerpo del otro, del territorio del otro, de la fuerza productiva del otro, y finalmente del sentido del otro: de la significación simbólica de su ser en el mundo.
Mariano

domingo, 26 de octubre de 2008

Carta al Señor Psiquiatra



Señor Psiquiatra: recéteme algo para el dolor de haber nacido, recéteme algo para aplacar esta duda de estar vivo, alguna pastilla que apague la pregunta, que sature el dolor, que anestesie la palabra.
Señor Psiquiatra tranquilíceme con su DSM-IV, impóngame un nombre, oficie de sacerdote en este bautismo diagnóstico que me reúna con mi patología en su bendito manual, déjeme participar de su comunión y medíqueme, dígame por fin una verdad, algo que sea cierto, de lo que no quepa duda, deme una cifra, un número para la locura, dígame cuál es mi código, si es trastorno, dígame de que tipo. Si es Ansiedad apáguela como un incendio con sus fármacos, y si eso no resulta deme descargas con su picana terapéutica o enciérreme según disponga su santo oficio, su santo nombre, su impecable delantal blanco, signo de pureza, Señor Psiquiatra si es posible use corbata y camisa de cuello almidonado para decirme sus verdades de academia, conjúreme al nombre de su ciencia y así desaparecerá el dolor de estar vivos, anestésieme señor psiquiatra si es posible para que ya no sufra mas nada, para que nada pueda serme doloroso, para que la pantalla de mi PC me muestre solo fotos y videos en 2D, para que no haya olor a muerte en las guerras, llanto en las calles, para que pueda controlar el volumen de los gritos en el canal de noticias así como usted controla mis impulsos, para que mañana sea lindo otra vez y pueda con inocencia salir a quemar mi paga del mes con el plástico alegre en mi bolsillo de shopping y teatros, para que pueda seguir comprando lo que quiero sin culpa y para que podamos olvidarnos de la fugacidad de este sueño, para que nos olvidemos del horror y podamos poner un nombre a cada cosa como sentencia que nos tranquilice, para que el sufrimiento sea solo un código mas y para que Yo Psicólogo,como gendarme de las mentes, pueda marchar sin miedos con mi diccionario de modos del sufrir debajo del brazo y poner un nombre a cada quién, como el monje misionero bautizando salvajes con los nombres de su fe, para que puedan ser salvos por el protocolo de algún cálculo, para que las estadísticas me digan que es lo mas conveniente y para que pueda encontrar la alquimia con que resolver esta piedra filosofal de la vida: encontremos la pastilla justa de una vez, tomemos todas las que podamos, todos de una vez y juntos.
Marchemos con el santo manual de estadísticas y nombres para el sufrir, los procedimientos ajustados, la gorra, las insignias del estado, si es posible un arma o una jeringa lista con aguja y todo en la cartuchera a nuestra diestra, como gendarmes listos a aplicar la inyección, si lo demanda el caso, claro que nosotros sabremos cuando y no lo dudaremos, protejamos el orden con la cruz que bien ahora nosotros sabremos defender, la cruz médica claro, ni lo dudemos, es por el bien de todos, ni lo dudemos un segundo, evítame dudar y que todo , todo este infierno se transforme en un paraíso de tu control,. Anúlame como una cifra de tu control, como un cálculo de fracciones donde nos reduzcamos a la mínima expresión, simplifiquemos la ecuación de la vida, que haya un número para cada quién, y uno solo que sea igual al de los otros, que a cada número corresponda un fármaco y descansemos todos en la paz de tu credo.
Te lo ruego, no me hagas sentir, ni me hagas pensar un segundo mas, y si así no fuere, que tu estado guardián te ampare y destruya a los impíos pecadores con la crueldad de tus métodos de control. Para el bárbaro el hierro de nuestros tormentos de estado o la indiferencia de nuestro desprecio de gallinero.
Que no sienta más, que no dude más, que sepa a cada quién dar un nombre y si es posible una pastilla, te lo ruego.
Amen.

Tren al sur




Ahí ando, si; ahí ando.
¿Arquitecto?.
No,
solo tenaz desandador de rumbos inciertos.


No construyo un camino,
 no edifico puentes
ni elijo el rumbo.

Vanos  diques que atrapan al río,
vanos como sueños que se deshacen,
entre manos torpes el agua de la
vida.

¿Los ves?...
Veo a todos,
las calles, los cielos, sus rojos,
sus verdes y sus amarillos.
Sus rojos tintineando mientras el
tren arde de premura, de hastío,
de voces que gritan y ofertan
el corazón al precio de baratijas
infames que gimen horrendas.

Y los  pasajeros que se
derriten entre sus asientos.
 Con todo el plástico,
y con todo el hierro.

Y su andar torvo de estrépito
crujiente,
¿Cuántos huesos has quebrado hoy?
¿A cuántos ciervos has llevado hacia
sus amos?.
Horror; ¡todo el horror!
De máquinas, de acero fundido
y el cemento atrapando al
cielo entre sus líneas

¿Y al rayo que has aprisionado?
Te consume entre los cables
y el metal,
y todo el dolor de
esas madres ausentes que
llevan niños muertos en sus
brazos, niños muertos,
madres muertas también.

¡Oh Vida! ¿Dónde te escondes?
La Pampa que se arrastra entre
chapas de todo el zinc caliente,
ciénaga lánguida de espasmos,
donde otros niños muertos
huelen sus venenos.

Relojes, relojes grises
cemento, hierro,
callejones,
fiebre de la vida pura,

Vomitan las serpientes
del infierno, los despojos de toda
la furia del cruel reloj.
Ahí, ahí los vomitan, en sus
estaciones bajan los transeúntes,
sórdidos, perdidos, aún abrumados
por el peso de sus absurdas
tareas, y esperan el espanto de
ruedas de caucho y humo hacia
el lugar donde podrán,
tal vez
descansar.

¿Quién descansa?

¿El sueño de nosotros mismos?

Descansa paciente,
de la vida de fatigas,

Descansa,
Descansa hasta el final.

lunes, 20 de octubre de 2008

lunes, 13 de octubre de 2008

Pequeña Historia en Berlin



La vida de Los Otros
Elección singularidad y multiplicidad.
Recuerdo  una escena de un viaje, una de esas pequeñas en escenas que hacen huella en la memoria, y en este punto entrar en resonancia, como dice Deleuze, con un pasado que se actualiza como instante del devenir.
Recorría entonces una calle de Berlín allá por el año noventa y tanto, hacía no mucho de la caída del muro y aún las marcas de la guerra (la fría y la no tanto) se mostraban a cada paso, en cada rincón de la ciudad, de entre los tramos del muro que aún persistían incólumes algunos sobresalían enmarcados de grúas, hombres y camiones que trabajaban afanosamente para disimular cualquier resabio del pasado, que intentaban camuflar y matizar ese quiebre en la ciudad, esa ruptura isotópica del marco arquitectónico, como si con eso pudiesen soldar, reparar y disimular las marcas en la memoria, la huella en los espíritus de los hombres, un pasado que se hace presente en cada lugar, como si con eso la memoria descansara en el olvido del instante, en la recaída del acto entregada al momento profano del porvenir.
Así los restos del gran muro ahora disociado y expandido, ahora quebrado y sólo visible en tramos que afloraban como esos viejos plegamientos montañosos que afloran entre el mar formando islas y que luego se pierden y se vuelven a sumergir en las aguas para sólo dejarse adivinar por el ojo que la completa como una línea continua.
Así en esta forma se dejaba adivinar el muro que curiosamente expuesto a las inclemencias de los turistas, agentes de desgaste de las sus paredes, que cómo el viento transforma la roca en grano y les lleva y disemina, formando del gran valle un desierto, ellos mismos se proveían de martillos para golpear su paredes y obtener como trofeo algún pedazo de ladrillo para llevarse hacia sus casas como souvenir turístico, el antiguo elemento del horror ahora reconvertido como el juguete del niño (Agamben) que se reconvierte en esta misma relación de correspondencia y de oposición entre juego y rito en el sentido en que ambos mantienen una relación con el calendario y con el tiempo.
Como el rito turístico del trofeo tras la conquista del lugar, cómo perpetuar el tiempo en aquel pedazo de piedra, en aquel escombro de muro que miniaturiza la escena del horror atrapada y condensada en él, así también este juego propone un cambio, aun cuando no sepamos ni por qué lo altera y destruye, en esta dialéctica entre la contingencia, la determinación y la elección como modos posibles de lo singular dentro del universal, como quiebre no sólo de un gran muro sino de esta determinación del sujeto en tanto libre como capaz de decidir y de elegir más allá de las prohibiciones y castigos que al modo trágico, signan a los personajes al cumplimiento de un destino ineludible.
Así podemos pensarlo en el marco de esta película, “la vida de los otros”, donde múltiples factores concurren, donde los personajes se encuentran, y se hacen texto de su contexto en el sentido en que la elección es posible. Existe un quiebre que significa elegir cuando el agente xx/7 elige no delatar a quienes supuestamente debía vigilar, ya que todo hacía suponer según la investidura de su rol que era ineludible el destino de su elección, él produce un quiebre singular, elige no cumplir con la orden, y en este caso es el estado el dios cruel al que debía reverenciar con el sacrificio de sus víctimas, las mismas personas a las que él admiraba: entonces en estas fisuras se abren las grietas entre los sujetos y el estado, las grandes rajas que quiebran los muros, ¿o acaso hemos de suponer que un muro cae sólo por efecto de la gravedad?, pues algo ha debido caer antes y esto es precisamente el punto donde se naturalizan las ideas: han debido caer las formas de un mundo, ha debido caer una creencia, ha debido caer una moral para que el muro cayera y ha debido caer un Dios: el estado nación.
Nos diría Agamben, tal vez, de estos souvenirs que los turistas llevan, que sobreviven como desmembramiento y como modo de la temporalidad humana y que está contenida en esos objetos en tanto pura esencia histórica como materialización de la historicidad contenida en ellos mismos.
Sigo recorriendo el texto de la película, y en un particular sentido, inscripto en la memoria, sigo recorriendo las calles de Berlín, el campanario principal de una catedral de Berlín como resto único que ha sobrevivido a la devastación del bombardeo sobre el final de la segunda guerra y a sus pies un cuadro que retrata la antigua catedral para hacer patente este rastro solitario, como vestigio de un tiempo que prolonga la guerra, que no descansa bajo los pies, en el suelo por donde uno camina y escapa de cada rincón el rumor de un pasado silencioso que nos quiere hablar, que nos quiere decir algo aún no dicho y que sólo se revela como extraño rostro de la intuición y se resiste a las palabras.
En la consideración de Deleuze bien podría pensarse este modo del estado como forma de agenciamiento maquínico, este estado todopoderoso concentra sobre si la pretensión de la suma del saber y la noción única sobre cuál sea el modo de vida buena de los individuos, estado bestial que al modo de cronos devora sus hijos, así bien puede pensarse el tiempo devorando a los hombres y al estado tomando sobre si la función del tiempo, resumiendo como principio la determinación sobre lo que debe ser o no ser. En este sentido la disyunción ética del agente que quiebra con el paradigma totalitario anunciando la caída de ese estado, en él sostengo el punto de inflexión de esta película. El poeta y los otros artistas eran fieles a sus ideas y honestos en el sentido de apostar con su vida en ello, pero es en el agente en quien sucede la revelación, es él quien no sólo decide callar sino que toma partida para proteger a sus semejantes, y el silencio y lo que finalmente no se revela en tanto identidad le devuelve un sentido, el sentido íntimo de su propio ser como posibilidad de una elección.
Delleuze nos habla de la posibilidad de lo múltiple por sobre lo unívoco, aquí podemos situar lo posible de elección propuesto y sostenido por el poeta y los actores, y por el lado del estado lo único en tanto agenciamiento deseante y lógica de lo uno, y el quiebre o líneas de fuga en tanto posible desterritorialización como modo de ruptura que por fuerza emprende el agente.
Recuerdo haber cruzado la puerta de Brandemburgo, que se establecía como punto de aduana y uno de los pasos entre las dos Alemanias: la paradójicamente Alemania Democrática y Alemania Federal, durante la guerra fría en este punto, apostado sobre los extremos de una calle dos tanques de guerra se desafiaban, uno americano, el otro ruso, los dos constantemente a la mira de sus cañones como signo íntimo que revelaba el estigma de todo un conflicto. Caminaba silenciosamente por una plaza cuando de pronto me encontré con un conjunto de cruces negras alineadas sobre una hilera de árboles tras una reja, en todas las cruces había inscrito un nombre y una fecha, era un homenaje a todo los caídos intentando cruzar el muro. Divisé una cruz con el nombre de una mujer, y al ver la fecha me di cuenta que había sido muerta intentando cruzar el muro una semana antes que cayera.
Aquellas líneas de fuga se traducen en mujer, en hombre, en pensamiento, en ser, esa multiplicidad abstracta y deseante de pronto se configura en cuerpo, como de pronto la máquina que hace eje en el estado ya no sólo procura agenciar líneas de fuga y sobrecodificarlas, sino que al costo de su propio desintegración aniquila los cuerpos y quiebra la frágil sustancia de la vida.
Estas multiplicidades rizomáticas que denuncian las pseudomultiplicidades arborecentes lo hacen al costo de la sangre, igual que la mancha roja sobre el papel final donde está escrito el informe de la vida del poeta, la tinta roja del mismo color que la sangre de su amante en las manos del agente, las manos del agente manchando el último papel como seña testimonial y más elocuente que cualquier frase que pudiera él informar, porque al fin ese es el costo y esa es la paga con que se elige y con que se defienden las ideas, y en eso la libertad y la determinación al mismo tiempo : libertad al elegir, como rasgo ético, como carácter singular en el universal de significaciones cristalizadas que monstruosamente el estado defiende y cuida en tanto aparato maquínico, de estos movimientos de desterritorialización aniquilando todo lo diferente, lo múltiple y lo rizomático. Determinación al aceptar el costo y la paga.




Bibliografía
Deleuze, Gilles, Mil mesetas. "Introducción: Rizoma", pág. 9 a 32, Pre-textos, Valencia, 1997
Agamben, G. Infancia e Historia, “El país de los juguetes, reflexiones sobre la historia y el juego”, Adriana Hidalgo Editora, Buenos Aires, 2001

Estado y Justicia


Pienso en el Estado legitimador de la violencia simbólica, de la real y de las significaciones instituidas como legítimas.
Había estado leyendo una Nota sobre la captura del buscado Líder Serbio Radovan Karadic. Estaría siendo buscado hace años por la justicia europea por crímenes de Lesa humanidad, parece haber sido determinante para su búsqueda la matanza de mas de doscientas personas pertenecientes a la etnia Bosnia en una circunstancia muy salvaje. Este personaje fue el presidente de la ex Yuogslavia en tiempos de su separación, habría cometido además otros crímenes similares durante la independencia de los países miembros de la ex federación.
Karadic se mantuvo oculto por mas de cuatro años, nadie pudo dar con él, se guarecía bajo otra identidad: había dejado crecer su barba y su pelo, usaba anteojos, ropa blanca y era conocido en el barrio como un viejo asceta, un consejero espiritual, médico y sabio, un austero personaje que vivía con los elementos mínimos y necesarios, quién otrora se paseara en su caravana de blindados Mercedes-Benz negros junto con su custodia, el general Karadic, había sido médico psiquiatra, durante muchos años ejerció su profesión, luego asume la responsabilidad del ejercicio del poder y es llevado bajo esta investidura a cometer los más horrendos crímenes en nombre de su Patria, aclamado por muchos de sus ciudadanos, por una importante cantidad de personas que aún hoy día vivan su nombre .
Durante el tiempo en que lo buscaban no fue reconocido por nadie, ni siquiera por sus vecinos y pacientes, hablaba con un acento de otra región, su rostro y aspecto eran notoriamente distintos, se había convertido en un caritativo médico alternativo, ya que no podía ejercer bajo su verdadera identidad y se dedicaba a dar pequeñas conferencias sobre espiritualidad. Tras una larga labor de inteligencia los agentes de investigación logran dar con su paradero y nadie en el vecindario sospechó de él otra cosa más que la qué el contaba.
Al momento de su arresto lo primero que Radovan pidió fue ser llevado a una peluquería e inmediatamente volvió a restituirse en la apariencia de aquél otro personaje con quién se identificara como Presidente y alejó de si cualquier rastro de este otro que simuló ser.
Grandes Impostores y Farsantes, igual que estos otros dos señores, que se esconden bajo el disfraz del patrioterismo y la vejez, ¿Qué mas puedo decir de esto?, el horror no tiene palabras, se las inventamos para soportar la angustia.
Adriana trajo una radio y escuchamos algunas palabras del juicio, se desliza la idea de justicia, deslizamiento por metonimia nuevamente, fuga del epicentro de sentido, deslizamiento en cuestiones que metamorfosean el significante para no dar cuenta de un sentido entre los alumnos de la clase.
La justicia es el punto, pareciera ser este el límite en que se detiene la posibilidad de pensar las categorías con que construimos las nociones del derecho. Me detengo, hago un comentario: un tema recurrente al pensar la noción de ciudadanía para los contemporáneos posmodernos es la cuestión de como aceptar la diversidad, una parodia que imita el ejercicio de la reflexión intentando pensar sobre la convivencia territorial compartiendo un espacio en común, se invoca la clásica y políticamente aceptada premisa de la Tolerancia, el hecho de ser comprensivos con el otro, con otro distinto con quién “deberíamos ser tolerantes”. Y esto es lo que las minorías piden, que sean “tolerantes” los demás con ellas; pero esta idea de la tolerancia, oculta en su reclamo un sentido más básico, el sentido del derecho y la ciudadanía, ya no la cuestión de reclamar una “tolerancia” como ejercicio de conceder algunas migajas de mi plato a este otro que me es molesto y debo soportar y que por ser “políticamente correctos” decimos tolerar, esta idea oculta este otro sentido y aleja pensar la verdadera cuestión : la justicia, el derecho, la ciudadanía, la identidad, la política ante este otro como un igual, no solo un igual ante el derecho, ante la justicia y la ley como formas imaginarias, sino un pensar un otro- igual como construcción de una práctica política cotidiana.
Este es el punto mas flagrante: no solo que un conjunto organizado de matones y salvajes bajo las órdenes de una cadena interminable de intereses de todo tipo se haya hecho del poder del estado, haya utilizado el recurso de la violencia simbólica y real contra sus propios ciudadanos, haya quebrantado la ley y cometido crímenes y horrores en nombre de vaya a saber que siniestro ideal, sino además que sus categorías hayan polarizado nuestro imaginario y atravesado nuestras relaciones simbólicas para despoblar el eje en que debiéramos hoy intentar pensar para refundar una posibilidad política como modo aceptado de integración hacia una comunidad posible.
Es la política lo que está en juego como posibilidad simbólica de intercambio en una comunidad de ciudadanos, son las categorías de la ciudadanía, de pertenencia a una comunidad, de extensión de la pertenencia, del derecho, de la justicia: económica y social, simbólica y real, de la Justicia como principio distributivo y retributivo, son las cuestiones más básicas, con las que se inicia la Polis, las que quizás se hallen vacantes de deseo político, y es en ellas en donde nos construimos como ciudadanos, en ellas donde reconocemos a un otro, que no solo deberíamos tolerar, sino con quién nos construimos, nos identificamos abriendo paso a la diferencia y la creatividad, dando paso a la vida y a una posibilidad por alcanzar (antiguo ideal aristotélico) la idea de la Felicidad, tal vez amando y trabajando, sino ayúdenme a pensar ¿como más? .
Tres Imposibles: Gobernar, Educar y Psicoanalizar, la ley es un imposible para ser burlado.
Quienes se exceptúan de la ley gobiernan, imponen sus categorías, justamente gobernar al modo del dictador es exceptuarse, es estar por fuera, como el juez, no implicarse, ser ese pretendido sujeto anónimo y universal que oculta el rostro del pequeño burgués infinitizando su goce, el que le produce el éxtasis legal de situarse por fuera, pero determinando el “hacia dentro” desde el singular universalizado de su neurosis.
La frase poco feliz de Bussi : “el coraje se demuestra combatiendo”, el coraje es un elemento valorado por falta de criterio, es fácil no pensar, claro, lo difícil no es combatir, lo difícil es trabajar, es amar, es responsabilizarse por los otros, es crear, es entregarse a una tarea, es servirse a uno mismo y a los otros, es intentar ser feliz, pero combatir, para combatir sin miedo hace solo falta envilecerse y endurecerse de sinrazón obstinada hasta el punto de un coraje desalmado y bestial, como las máquinas, no como los animales sino como las máquinas.
Vuelta Feroz de la pulsión de muerte. Genocidio, responsabilidad por la historia y el pasado.

martes, 23 de septiembre de 2008

Captura de significantes como estrategia de sentido



“El hombre es como un mendigo que se arrastra en la ley de las alucinaciones, buscando una evidencia”,
Vicente Huidobro


Intento por reconstruir fragmentariedades en un sentido.
Intento por escribir pensando la demanda de una monografía, una escritura que sea toda ella lineal en un espacio interceptado por la multiplicidad en resonancia con las instituciones que hacen eco en el papel.
He tomado los significantes en una estrategia del sentido, mi apuesta consiste en hacer deslizar el sentido entre los significantes que soportaron el peso en la práctica del estar presente, he capturado algunas palabras, y ahora al modo del científico que experimenta en sus creaciones, dejo fluir los sentidos posibles, pero con la perspectiva del artista que sabe del sacrificio que a la obra se le entrega en su renuncia por alguna verdad.
Deslizamiento en el papel por metonimia o metáfora, significantes que se deslizan y hacen sentido, escritura por resonancia, que en el espacio de la linealidad de-construyan el sentido fijo de la recta que significa en la dirección centrífuga del trazo escrito de Izquierda a derecha de arriba hacia abajo, intento por decir en un solo golpe de sentido, que quiebre la linealidad del texto.
Intersección
Recorte fotográfico de una posible red de sentidos que se deslizan en el aula de una clase, reconstrucción de una obra, despliegue artificial de significación.
No hay significación, hay sentido…
Elegir como doble sustracción, operación algebraica que se anula, menos-menos: más.
Un más que es cero, el cero como posible vacío, como posibilidad de despliegue, como hoja en blanco: un lugar donde escribir: biografías, historia, siempre sentido, de izquierda a derecha, de arriba hacia abajo.
La significación restringe el sentido, la significación acota el rango de entropía, la significación limita un territorio, el sentido lo expande, el sentido abre campos en que es posible deslizarse, abre espacios posibles, significado y sentido, sentido es un posible espacio donde una línea de fuerza avanza, significación es el descanso, es la remanencia de la fuerza, un estado.
De la matemática a la música es la gramática el lenguaje que se ubica en un rango medio de determinación de sentidos, la matemática es la mayor expresión de la determinación de sentidos, restringe todos los sentidos en privilegio de uno, de la regla, del sentido cautivo de las leyes que la gobiernan. Tal vez sea este el motivo por el cual la modernidad ajusta su sentido al imperio de la estadística: en la estadística las probabilidades se ajustan a las leyes que las determinan, la captura determinante del sesgo matemático sobre el mundo solo produce resultados previsibles, nunca algo distinto de los números que la gobiernan (en el sentido mas amplio).
La gramática captura sentidos pero es posible quebrarlos: la polisemia de la palabra; la entropía de una lengua altamente polisémica, como las antiguas. La poesía es altamente corrosiva de las determinaciones, y la prosa mientras menos ajustada a las leyes de la ciencia o de la literatura mas libre de la captura de sentidos restrictivos logra ser.
La prosa científica es un género literario bastante abrupto, sobre todo por su determinación a la homofonía grandilocuente, a la estridencia de sus frases obscenas y a la sentenciosa cadencia de sus verdades, en general todo dogma se restringe a un tipo de composición estilística invariable.
La música: por fin la música tal vez sea una de las mas libres expresiones del hombre, ¿quién puede refutar una obra musical?, ¿quién puede invalidar una melodía o aseverar un ritmo?. El problema comienza con la identificación entre la obra y el autor, en la intersección de las variables del yo y la obra operando según la lógica capitalista de pertenencia y restricción de uso, de privación de propiedad, se priva de uso al resto, se identifica la obra con el autor privando de la territorialidad imaginaria que genera el espacio instituido del reconocimiento al amo.
Buscamos el amo del capital, del capital económico, del capital cultural, del capital simbólico, el amo fuerte que reintegre la fragmentariedad del sentido a la totalidad del orden, la fuerza de un orden total que universaliza las categorías, que universalice un particular ( la ley), que reintegre a la cadena el orden del esclavo en el que somos nombrados.
El conocimiento de libre circulación solo toma la palabra en quién pueda sostenerlo. La propiedad intelectual es una extensión del Imaginario sobre el derecho privado por el dominio de un campo en disputa, precisamente por el campo discursivo-imaginario. La propiedad intelectual cerca el dominio a la manera del amo, del déspota, del señor qué tiene derecho legítimo (en tanto ciudadano) a la justicia y a la ley. Citar a un autor como ejercicio del señalamiento de la fuente, es posibilidad de multiplicación de la trama de sentidos, abre el rastro del recorrido. Citar a un autor como se cita a la ley clausura sentidos. Que el autor restrinja la cita de su texto y exija la ofrenda del nombre como la marca del ganado, tal vez reproduzca la lógica del capitalismo en su afán por privación de propiedad sobre el resto del territorio que ocupa.

Miedo, Intuición, Sensibilidad, significantes aún no enlazados al sentido, se deslizaron en la clase.
Exposición, ex: fuera, experiencia, ex –, peri: lo que está fuera de un centro, salir fuera de sí, perícolo: del italiano peligro, peligroso es salir fuera de si, de lo que a uno lo protege, de sus propias significaciones, el sentido des-identifica las propias alucinaciones de un yo coherente en el viaje fuera de si, que implica el peligro de estar vivo.
Estar vivo es esencialmente peligroso.
Elección, apuesta, sacrificio,
Toda elección es una apuesta, demanda un sacrificio, una renuncia por la parte. Elegir es lo que nos haría libres, decidir, libre albedrío, la lógica de la apuesta en que la renuncia es protagonista, no nos quedamos con algo, renunciamos al resto.
No es un si lo que nos permite elegir, es el no, es la vuelta al no, es el no que resiste la significación y renueva el sentido, el no, el nunca más, el ya basta, el no quiero, eso no, no más, ya no más, el no como resistencia afirmativa de un sentido, un no que es un si, que es un si a la parte que nos toca y a la que queremos ser.

La descripción poco dice, el mudo en general poco dice cuando el unísono se hace eco en la sordera de lo todo-igual
¿Para qué ocultarse de lo que uno es? Miedo- Elegir.
Miedo a elegir, miedo al no que nos des-identifique. Miedo a la angustia del vacío y la nada, la angustia al final reconvirtiéndose en vacío, vacío existencial, apego a las formas coaguladas de las instituciones en que hemos devenido como puntos sólidos en que ella misma se repite, repetición como la repetición de los ciclos, como las órbitas de los planetas, como la de de los átomos (otra vez metáfora), como las órbitas que se repiten en su discontinuidad de tiempo en que se anulan los ciclos siendo todos siempre el mismo, repetido, no uno más sino uno otra vez, no uno más, mas vale otra vez, no es en la aritmética del espacio en donde se debate el ser(uno mas), es en la del tiempo (otra vez). Ahí nos repetimos, en el “otra vez”, otra vez lo mismo, siempre lo mismo, como la aceleración que alcanza un cuerpo que orbita sobre otro de mayor masa para caer sobre él o salir impulsado hacia una órbita mayor que finalmente lo aleje. Posible elección, el “no” como eyección de la órbita estable, como ruptura del ciclo continuo, el no más, el no otra vez, la elección como ruptura creativa hacia un orden inestable.
Pensar la curiosidad como motor del conocimiento, la curiosidad como proyección de un deseo desconocido; a lo desconocido: miedo. Explorar, experiencia, ex -fuera, fuera de sí. La experiencia en donde es el cuerpo todo, el que se abisma al caos del devenir. El deseo no es ciego, el deseo como una mirada en el vacío, infinita. ¿Qué distancia separa al ojo de la estrella? El cuerpo gravitando en la órbita del deseo, lanzado desde él o abismado hacia él, el sí de su centro abismal, el no hacia el todo- vacío desconocido del espacio.

jueves, 3 de julio de 2008

Profecía del Shinkal


Profecías

Profecía Inca del Shincal
Tradición oral de las etnias del Noroeste Argentino




Resucitará en el corazón de vuestra gente
el espíritu que dormirá,
de quienes ahora les toca desaparecer;
La muerte verdadera no es la del cuerpo,
es la del olvido de un pueblo,
Y quedarán guardadas en el destino de este suelo,
que un día verá a los nuevos hijos del sol nacer,
para la gloria de esta tierra toda,


A las semillas que esperarán cuerpos nuevos,
para florecer los misterios ya listos al devenir,
como el sol y el día renacerán
tras la noche del espíritu,
y el sueño de la pasión.
Tras los ciclos grandes del tiempo,
sus hombres despertarán en carne virgen,
el espíritu dormido de estos
a quienes ahora les toca desaparecer ...






Y será en aquellos tiempos de espíritus indigentes,
Que los cuerpos hambrientos de la luz del ver,
Padezcan la ceguera que sus males elijan,
Bajo la forma de las apariencias,
Tenderán suyo el engaño,
y la maldición de saberse hombres,
y no reconocerse hermanos.









Asediados por la sinrazón y el descreimiento,
Refugiarán sus miedos en templos sagrados,
Y volverán al mar oscuro de gris piedra,
Que cubrirá su tierra toda,
Con los dolores de sus vicios,
Con los clamores de sus anhelos
Apagarán lo libre que haya en ellos,


Desconociéndose los prisioneros,
Se verán ellos mismos los guardianes,
Sin ver los muros gruesos de las celdas
De los pueblos que los rodeen,
Sin ver la soga tensa,
Del propio espíritu que mismo los retenga
la punta aguda de firme lanza que sostengan.

En mano propia la fuerza engañosa,
Que sus dibujos malditos
Retengan la persistencia de trampas,
Con colores embrujados pintados en suave tela,
Compren la sangre de los pueblos y la fe de sus aliados,
Pinten ilusión en formas del cielo y de la tierra,
Altares del sol y el ojo grande en las alturas,


El águila guardiana vestida de guerrera,
Las palabras pintadas anunciando como ingenuas
La venida de un Dios oculto, en el que su pueblo confiará,
Más que en el sol o en la tierra...

Y al sur de aquel pueblo aguerrido
Deseoso del combate todo
Revivirá la palabra del hombre,
Anunciando en las semillas su simiente,
Y la nueva luz esperará,
La unión de rojo río y nueva sangre
Para brillar el color naciente
Dorado sol en plata luna,
Sobre el azul de limpio cielo.







Y en aquel tiempo donde lo dicho,
Sea asunto de verlo pintado en telas,
Y cuando el decir dure lo que un día,
Y en él ya nada valga la palabra
Ni persona alguna ello sostenga
Será tiempo en que los fantasmas,
se sienten en los tronos
Y gobiernen desde oscuras cavernas
El imperio de cruel olvido y tinieblas.


Será tiempo aquel en que todo sobrando todo falte,
y aún mas de lo necesario ello teniendo,
mucho mas desesperen por tener,
la medida del hombre estará fuera,
en las cosas que pretendan
y no en las del espíritu las virtudes,
sus casas serán sus prisiones ,
atrapando el querer sin amor en sus corazones.


En tiempos aquellos en que abran los espíritus
las puertas de mil vidas dormidas,
abran también la memoria
de quienes vuelvan por esta senda,
mientras canten corazones el fragor de la afrenta,
que hubiera antaño empezado.
Y nunca olvide,
quién conozca el destino por la tierra heredado,
el camino en el cielo marcado,
en el reflejo de estrellas,
sus antiguos hermanos brillando,
que después del cuerpo,
en luz de noche fueron quedando,
mil ojos del cielo, que vuestros sueños irán velando...

viernes, 27 de junio de 2008

Nietzsche y Marx




Nietzsche y Marx

-Los hombres póstumos –como yo-, son entendidos peor que los actuales pero atendidos mejor. Más estrictamente: no se los entiende jamás, de ahí nuestra autoridad...
Friederich Nietzsche



Nos arrojaremos de lleno y por completo en una ambiciosa empresa, y no por eso hemos de declinar ante el propósito de arriesgar algunas posiciones y forzar el encuentro de dos pensadores, forzar el encuentro de narrativas y discursos es en principio nuestro propósito, crear un plano, una planicie conceptual donde puedan comulgar Nietzsche y Marx.
Aquellos bien llamados maestros de la sospecha han arrojado un sesgo de malicia sobre el mundo, un devastador golpe sobre las estructuras en que descansaban las condiciones que legitimaron y naturalizan hoy día el lenguaje, la historia y la moral.
He aquí el dilema; en principio abierto sobre el mundo mismo, el mundo mismo y el hombre son los que están en juego.
Al comienzo este espíritu activo animó a los dos autores, ambos descreyeron de una filosofía de tocador, resquebrajada sobre el tedio fatal de pensadores de salón, ambos animaron el espíritu a arrojarse sobre el acto, corriendo los límites de lo que significaría un pensar pasivo.
Marx creyó en un legítimo modo de arrojarse sobre el mundo transformando a la sociedad a través de una revolución que elevara desde la teoría hacia una acción revolucionaria la verdadera praxis del pensar.
Nietzsche le hubiera reprochado un exceso de confianza en los hombres, aquí se abren las aguas entre nuestros dos autores, Nietzsche en la misma línea que impulsa un espíritu activo no confía tanto en los hombres, pero si en el hombre, en cada hombre, como posibilidad de su propio salto y en eso el salto de la humanidad como condición. Confiar en el espíritu activo de aquellos que no tengan que construir su felicidad artificialmente y persuadirse mediante la mentira de una farsa comedida. Confía en la afirmación de una fuerza activa sobre las reactivas y en un hombre donde lo que hay es siempre voluntad de poder que exige afirmación sobre un instante en el que el hombre tiene la posibilidad de romper con toda determinación y construirse sobre él mismo en el ser más genuino, nuestro autor apuesta a la libertad del acto creador en tanto posible, aquí comenzamos a dibujar algunos trazos conceptuales alrededor de los maestros de la sospecha, ambos confían en el hombre, ambos apuestan a un movimiento activo, pero de modos diversos.
Marx juega su apuesta sobre la determinación social, que impone al hombre como constituido por un modo de producción y ciertos modos de sobre-determinaciones históricas en tanto categorías que se imponen sobre él: a-históricas, universales e increadas.
Nietzsche apuesta a la contingencia en el sentido de una posibilidad, una posibilidad de ser en la cual el hombre rompa con la moral humana y donde todas las determinaciones caigan, en este sentido propone una posibilidad y permite una elección.
Nietzsche y Marx advierten una cultura decadente, son los autores de ruptura que anuncian el quiebre de occidente, su debacle, como en la Atenas de Sócrates donde ya la decadencia corroía algunos espíritus anticipando la moral del esclavo. Hemos heredado el germen de esta virulenta enfermedad en las palabras de su discípulo Platón. En este punto coincidente nuestros autores se reúnen para enfrentar a esta figura mítica en tanto paladín de la moral occidental y así intentar socavar sus bases y denunciar sus inversiones.
Nietzsche la llamará : “la historia de un error”, Marx hablará de elevarse desde lo abstracto hacia lo concreto en evidente confrontación con el mundo de las ideas platónicas donde lo real concreto no era más que una falsificación de lo real inaccesible y bueno : “La idea”.
Nietzsche rastrea el problema de este error desde Sócrates, y dice que cuando el griego asegura que la vida no vale nada, arroja una noción que el mismo calificará de irreverente diciendo que los grandes sabios son tipos de la decadencia, precisamente denuncia a Sócrates y a Platón como síntomas y como instrumentos de la desintegración griega, como pseudo-griegos según el mismo afirma. Precisamente la ecuación que hace Sócrates de igualar la razón a la virtud y la virtud a la felicidad es la más bizarra que pueda darse y la más reñida con los instintos de los primitivos helenos, aquí Sócrates produce un vuelco en favor de la dialéctica y en este sentido se produce la derrota del gusto aristocrático y con Sócrates triunfa la plebe.
Nietzsche nos advierte que la dialéctica es tan sólo un recurso de emergencia en manos de personas que no poseen otras armas, y ella misma despierta suspicacia, es fría y carente de instintos, cautelosa de los instintos mismos; esta necesidad de combatir a los instintos es la fórmula de la decadencia ya que mientras asciende la vida, la felicidad se identifica con el instinto.
Nietzsche denuncia esta cadena sucesoria que marca la ilusión de continuidad de la cultura de occidente, esta cadena que se extiende desde Sócrates pasando por platón llegando hasta Aristóteles mismo, concédaseme la petición de exceptuar Alejandro, discípulo del último, quién en un sentido podría parecérsele a este modo en que Marx piensa la acción como verdadero camino de la filosofía, entiéndaseme que en modo alguno puedo por eso comparar su pensamiento con ideal Alejandrino, solo tiendo puentes, fuerzo encuentros entre pensadores y posiciones y situaciones en que pensar no es un acto de reflexión tanto como el de jugar posiciones y asumir situaciones en las cuales se vuelve imposible no decidir.
Ellos todos a quienes nos referimos son autores en quienes les iba su vida en el pensar, cada acto de pensamiento es jugado desde posiciones de íntima fortaleza y convicción donde su propia vida y su modo de vivir les aseguraba esta forma del pensar, aunados por espíritus de actividad y de obra, determinando o indeterminando al hombre en tanto prisionero de sus propias palabras, esclavo de su propia creación, siervo de sus propios monstruos, de sus propias ideas, de la dialéctica libertaria, de la historia estratégicamente diseñada para esclavizarlo, de la creación de sujetos serviles a una sociedad paralizada ante el lastre de su propio peso: la moral .
La realización servil a un destino al que se niegan y se resisten, eso los convierte en palabra que debiera unirlos en este texto, en esta coincidencia entre muchas desviaciones, este es el propósito de este texto mas que otro, el sentido de la unión entre estos dos autores la hallo no en una construcción artificiosa de sus ideas ni en la contingencia o la determinación de sus actos, ni en sus contextos bajo circunstancias distintas y extremas que tensaron producciónes diversas y encontradas, sino más vale en el íntimo espíritu y que animó sus narrativas , la ruptura del hombre con el hombre y la liberación de sus propias ideas e instintos.
Aquí la señal que me determina a unirlos, una contingencia determinante, y aquí la metáfora de la determinación ya qué siempre ella es contingente.
Con el primer golpe que el alemán da sobre Sócrates, lo invierte, lo pone de cabeza, lo da vuelta, y lo devuelve a su estado original; Marx realiza un movimiento parecido con Hegel: lo da vuelta, lo invierte, invierte su narrativa sobre la historia, propone un pensar al revés, realiza un inversión donde al elevarse desde lo abstracto hacia lo concreto ubica nuevamente un presente concreto y crea un aquí y ahora desde donde se parte hacia el pasado y la historia.
Marx indaga sobre las especificidades de cada período histórico y en especial sobre los modos determinados y condiciones de producción, en este punto indaga por ejemplo sobre la diferencia de producción en el modo feudal y el capitalismo, desanda el camino histórico propuesto por Hegel en tanto linealidad de la historia como narrativa hegemónica de un grupo que detenta el poder, y en términos de Max, que legitima la apropiación privada de los medios de producción social, en este sentido la podemos pensar como una aberración en antropológica, cuestión que cualquier sociedad de las llamadas tradicionales se precavía de disponer del uso comunitario de los medios de producción, en este sentido que nos parezca tan razonable que los medios de producción se han privado, es debido a esta función legitimatoria, reificante del discurso y a la tradición histórica, y aquí en palabras Nietzsche, a la dialéctica del discurso y a la moral de los esclavos, resumiendo este breve intento de contrapunto entre los autores.
Ni Nietzsche ni Marx creían en una filosofía de las palabras, en este punto Marx nos habla del papel que juega el pensamiento sobre lo histórico, la contingencia de lo histórico depende de condiciones específicas, por eso resultan diversos los modos de producción, dependiendo de las condiciones específicas a las que antes nos referíamos. Lo concreto como resultante estaría multi determinado, sobre-determinado, y podemos entender a lo concreto como la unidad de lo diverso, y el concreto de pensamiento, como una totalidad orgánica. Este concreto se aparece a la conciencia como un resultado y no como un punto de partida, el pensamiento mismo es el que parte de lo concreto aunque es un punto de partida, esta es una interesante inversión paradójica con la que Marx resuelve en forma original el modo tradicional del pensamiento que supone una partida desde lo empírico y el fenómeno para luego poder abstraer ideas concretas.
Marx desafía el entendimiento muerto de la tradición escolástica en pos de un concreto viviente, abstracto, como lo menos determinado, este concreto es en tanto síntesis de múltiples determinaciones; es en sí lo vivo, la totalidad de lo viviente y de las conexiones totales de existencia de todo lo existente.
Marx rompe con la noción de naturaleza y en este sentido con la noción de esencia humana, cara a la tradición pos aristotélica, en este punto llevándolo al plano de los medios de producción y de los modos diversos de producción y de formas de organización social Marx rompe con la noción de economía política burguesa basada en una escala jerárquica y con una noción teleológica de los fines, ya definida por Aristóteles como idea del bien supremo, adecuada a una escala jerárquica que distingue en distintos tipos de vida de acuerdo al tipo de espíritu que a esa persona le corresponda. Esta idea legitimará los modos sociales en que sea posible que la burguesía se apropie de los medios de producción y del capital aludiendo a un esencialismo aristocrático y a un estado de la realeza, donde al modo jerárquico hallan quienes deban ser servidos y determina los modos de producción de quienes le sirvan.
Este modo del idealismo Hegeliano, que parte del desarrollo de un idea que se concretiza, y de la continuidad de la historia como un devenir de la idea absoluta, es invertido y puesto en jaque por esta noción a-histórica como algo discontinuo y contingente, en este sentido Marx dirá que cada totalidad tiene sus propias condiciones de producción.
Otro punto de coincidencia entre nuestros dos autores es el de un antecesor que los signará como primer momento de ruptura en el pensamiento de occidente, hablamos de Spinoza, de aquí que Marx tome su noción de potencia como potencia relacional dada en los vínculos reales en sentido contrario que Aristóteles lo hiciera como noción de potencia sustancial que se realiza en acto.
Según Marx el plano de lo real está dado por conexiones reales, concretas, que son síntesis de múltiples determinaciones, esto recrea una fuerza de producción, estas fuerzas productivas están formadas por relaciones sociales de producción que generan una superestructura que viene al lugar de las ideas como formas de conciencia social.
En este punto Nietzsche también rompe con una historia occidental denunciando esta falsa búsqueda de una verdad, estableciendo un método que es la genealogía para dar cuenta de cómo se ha llegado a este presente, y dar cuenta de esta ficción que ha sido dada en llamar “la verdad”. La verdad en este sentido es una máscara que deberá caer, máscara igual que otras ideas que han envenenado el pensamiento de occidente tales como la compasión, El bien, el mal, el sacerdote, la justicia, el amo, etc. En este sentido reniega de estos filósofos en tanto sacerdotes enmascarados y plantea que lo que urge es la aparición de un nuevo tipo de filosofía: la filosofía del porvenir.
El utilizará para deconstruir esta realidad elementos tales como la etimología, los valores históricos, la moral, la genealogía y en esta tónica mordaz entrará en el íntimo devenir de cada construcción humana en el sentido del error que acusa y que devastará a sus ídolos huecos para desenmascarar su vacío interior escondido en una falsa verdad o una baja moral.
Sobre las palabras emprenderá una búsqueda genealógica en la que de cuenta de la creación que estas tienen en sí mismas como palabras morales que intentan imponer una idea de valores, y de cómo el lenguaje se apropia de una palabra en una lucha interminable de poderes que es apropiación y enmascaramiento. Hay una atrofia de la palabra y una victoria por parte de quien la conquista en pos de un modelo hegemónico que intenta coagular sentidos de interpretación y fijeza en un desfile patético de estas “desfasadas momias conceptuales” ligadas a un sentido que debe mantener para dar alcance e interceptar la realidad interpretándola, transformándola en ideologías del poder y en el discurso como experiencia que petrifica la imagen de una cosa, un modelo destinado a reducir lo desconocido a lo conocido para aliviar la pereza de esta burguesía intelectual.
El lenguaje adolece de un olvido: aquél que lo inventa se olvida del invento, pero hay uno destinado a renovar el lenguaje de su tribu: el profeta, el poeta, aquel que como la gota gorda que anuncia la tormenta anuncia el superhombre, el hombre porvenir es aquel que crea, que destruye, y que construye.
En este punto plantea una filosofía de la voluntad como la de un querer crear nuevos valores y asi la creación de las palabras en el oficio del poeta reemplaza al antiguo sacerdocio metafísico, el salto incuantificable de una cualidad extrema es el salto del hombre por venir como posibilidad íntima de su condición irresuelta. La posibilidad de un eterno retorno, la posibilidad del instante, el poder del instante y la voluntad de poder donde caen todos los determinismos y sólo aquí es posible el ser más genuino que exige afirmación de ser como voluntad de poder, y aquí la paradoja: esta es su única posibilidad de ser libre.
Nietzsche no sólo rompe con la filosofía, también lo hace con positivismo y con la metafísica considerándolas como ficciones que sostienen los sentidos de una falsa existencia.
Dejemos pues, como impronta, unas palabras del mismo Zaratustra, una invocación que valga como norte para quienes valga la pena oír.
“¡Permaneced fieles a la tierra, hermanos, con el poder de vuestra virtud! ¡Vuestro amor generoso y vuestro conocimiento deben servir al sentido de la tierra! Os lo ruego encarecidamente. No permitáis que alcen el vuelo y abandonen las costas terrenas y con sus alas golpeen contra paredes eternas. ¡Ay, en todo tiempo ha habido mucha virtud que volando se extravió! ¡Conducid, como yo, la virtud extraviada de regreso la tierra, de regreso el cuerpo y a la vida; para que dé a la tierra su sentido, un sentido de hombres para hombres!”






Bibliografía
Aristóteles: Ética a Nicómaco. Libro V.Madrid, Instituto de Estudios Políticos, 1970, pp.70-88
Marx, Karl, El Capital, Tomo I, sección 1, pto. 4: “ El fetichismo de la mercancía y su secreto”, pág. 36 a 47, Fondo de Cultura Económica, México, 1968
Nietzsche, Friederich, Genealogía de la moral, “Tratados I y II”, pág. 27 a 110, Alianza, Madrid, 1987
Nietzsche, Friederich, Así hablaba Zaratustra, longseller, Buenos Aires, 2000
Nietzsche, Friederich, “Como se filosofa a Martillazos”, EDAF, Madrid, 1974

martes, 17 de junio de 2008

Persona- Pessoa



Un día (que ys pronto no recordaré) caminaba  en el parque del Retiro en Madrid, en esos tiempos  leía poesía de Withman. De repente 
me sorprendió un hombre mayor de larga cabellera y barba blanca, me explicó una extraña cuestión en torno al amor, al universo y a la poesía; me detuve a escucharlo y entonces me pidió que lo invite al bar de enfrente a tomar un café.
Narró extrañas cuestiones existenciales, filosóficas, éticas e históricas.
Dijo llamarse "Persona" y me encomendó entregar una carta (que ahora publico) a alguien  en un extraño lugar , me dijo que al hacerlo un portal se abriría  en mi destino. 
Me contó haber estado escribiendo esa carta  desde hacía unos días y que cada vez que concluía una similar  se la entregaba a algún transeúnte que valiera la pena.
Años después le  comenté el extraño suceso a mi amigo Hernán quién dijo  haberse encontrado con el mismo sujeto en el mismo lugar, extraña coincidencia. Hernán piensa que se ha encontrado con algún heterónimo viviente  del escritor maldito  Fernando Pessoa, y yo con el reflejo extraviado del  poeta solar Walt Whitman....desasosiego y maravilla que atraviesa el tiempo y a los personajes que somos  tras las máscaras con que venimos a representar estos papeles en el juego de la vida. Misterio. 

lunes, 16 de junio de 2008

¡Ha Pues de Ti !

Ha pues de ti,

que aún siembras en la arena semillas de sal con la espuma en la boca y la mirada encendida de soles, y un puñado de hojas en blanco cayendo entre los dedos mojados por las lágrimas de tus fantasmas.

Ha pues de ti,

Que aún sueñas con pálidas risas, los goznes rechinan al viento implacable;

Perpetúa su llanto,

y la casa es aún grande para los espíritus que la habitan.

Ha pues de ti,

Cuando se abra esa puerta;

El último umbral:

habrás sufrido el martirio del profeta, habrás abjurado de tu fe de estrellas, habrás llorado mil días a tu madre, te habrás desgarrado y partirá como al junco somnoliento el viento a los amantes,

partirá y uno habrá partido.

¿Quién arrojará la tierra fría al corazón?

¿Quién persistirá para hundir lo que resta de madera en la carne?

Y luego, después de todo vendrá el silencio;

Ha pues de ti: Hombre, Mujer, si en ti no habita la confianza, si no conoces un rostro que te acompañe al olvido, una mirada que no se pierda, unas palabras hechas de fuego, y que persistan el día que estalle la última flor.

Vamos a las Imágenes


Vamos a las imágenes,

Hurra a la distancia que perdura entre nuestros labios abiertos y los ojos cerrados.

¡Oha! Por todas las gotas de lluvia que no supieron encontrar un cuerpo para bañar, por aquellas gotas inútiles que se pedieron en el inmenso corral de la noche, en el colador de estrellas que se hace cielo entre la luna y todas las palabras.

Vamos a las imágenes, pues es mas fácil que descansar del tedio de todas las cosas imprecisas, de dioses destructores que trituran cal como huesos en este lodazal.

Y el tiempo, ¿Qué hay de él?

Que hay de los ojos cayendo como estrellas mientras todo se sucede,

Yo atisbo en la distancia la silueta infinita de una multitud,

Miríadas de bestias como hombres y un hombre como mujer pariendo la tierra.

La tierra abierta en gajos devorando a dentelladas el barro,

Aquí sentado mientras todas las letras se escurren por la boca del tintero,

He sido un ser fuera del tiempo, pero él me atormenta como un puñal atravesando la garganta del día.

Ya no conoce sosiego para la mirada tras el ojo ni para el doble estigma del saber:

La Carne y la Tumba.

Escribo para mi muerte, escribo para cuando ya no esté mas que en la forma de palabras rasantes como flechas venenosas.

Hoy en la calle hay sangre de chatarra como angustias que se suceden, un muchacho serpentea en el aire, sus manos torpes quieren asir lo útil y se quiebra como el engranaje fatigado que no pudo ser.

Yo, aquí, solo,

Inútilmente solo, también soy como ese engranaje quebrado

Antes de arrancar y caer.

domingo, 15 de junio de 2008

Fantasma


Fantasma



Llameaba su cuerpo en el oro de la tarde, y los caminos se abrían en sendas avenidas a su paso, y ella, impertérrita; desfilaba como una mueca ausente;

enmascarada de púrpura y fuego; su sombrío corazón; y la noche.

En el tórrido azul donde sangra de crepúsculos el día llegaba errante...

Y su fantasma; como un icono de plata; languidecía sobre el puente que desafiaba a los perfumes del río.

Allí se le veía; inconscientemente quise alcanzarla; preguntarle al espectro nocturno por que extraña fantasía mi ojo líquido atrapaba su figura.

Entre los espasmos y el miedo la seguí, como se sigue a un sueño que se ama en vano.

Ella; ánima reina, catástrofe de toda la dulzura, arrancada de la vida, rufiana,

magnética de infinito, fulmínea.

Triunfal, erigiéndose sobre los huesos y las tumbas.

Despertaba del sueño feroz, se erguía como Cariátide que nada sostiene,

su propio peso y el misterio.

Y en la ciénaga mística que guarda en el final el despojo de los cuerpos,

el mármol frío, y la carne sepulta, florecía como estrella;

todo el cielo esquelético era ella, terrible y fugaz.

Y la seguí, con el ansia del secreto, un inclinarse sobre el abismo.

Y de la nada; nada.

Recuerdo las góticas figuras de la vieja iglesia.

¡Sus gárgolas me escoltaron

hasta la nave, donde ella palidecía

y de la nada, nada fue.

Solo rugí con el espanto y el silencio

de verle una vez más desaparecer.

Muda, como todo lo que desaparece,

Ausente, como el abandono,

Silenciosa, como la lengua muerta, y el ojo cerrado.

¡Oh!. Terrible,

terrible desconsuelo.

Ser testigo de tu ausencia,

y solo callar.

Con el grito del silencio,

mi sombra y el amor;

la mujer que solo es sueño

que como un suspiro,

en el último hálito

de la vida

la sangre

no supo recoger.

domingo, 1 de junio de 2008


Escritos en bruto, emanación inspirativa de la hoja sobre el lápiz ..tal cual fue concebido.

miércoles, 2 de abril de 2008

Temascal

Temascal
El Temascal es una experiencia-ceremonia terapéutica que consiste en introducirse dentro de una pequeña carpa con forma de iglú junto a otros participantes, las personas se ubican alrededor de un hoyo en la tierra, dentro de la carpa.
Paralelamente se mantiene un fuego encendido a unos metros de distancia donde se calientan piedras volcánicas hasta hacerlas encender como enormes brasas, durante 4 períodos se van introduciendo las piedras hacia el centro del hoyo, cada período puede durar entre 15 y 40 minutos dependiendo de la intensidad del calor, el estado de los participantes y la consideración del anfitrión , quién dirige la experiencia-ceremonia y coordina todos los pasos a seguir.
La idea del Temascal es producir suficiente temperatura en el interior de la carpa para comenzar a sudar, y a través de la sudoración iniciar un proceso de purificación tanto física como psíquica y emocional.
Esta ceremonia es una antigua práctica celebrada por los pueblos mesoamericanos y actualmente muy difundida entre las naciones originarias de Norteamérica.

sábado, 29 de marzo de 2008

martes, 26 de febrero de 2008

Luna Sobre Monte




No iba a durar demasiado esta vez.
Sólo un instante nos separaba, abría una tenue y delgada línea, esa frontera indefinida en la que nos sumergimos, y cruzamos sin saber cuando,  al lado oscuro del que volvemos sin recuerdos, sin señales de aviso, y del que sabemos, no regresaremos algún día.
Nos internamos en la parte más profunda, luz plateada sobre el monte, luz de luna sobre el agua, ungidos en ella vimos lo que nunca, con los ojos de la vigilia en el sueño de la noche.
Era el designio de los dioses, adentrarnos en la inconmensurable densidad vegetal, y perdernos, según el capricho verde  de esa naturaleza indómita.
Tras largo andar  se abrió un claro ante nosotros, era de esperar que eso ocurriese, siempre sucedía de igual modo, la selva en algún momento preparaba  un hueco, un espacio libre, el lugar donde luego danzarían  bailarines-guerreros a la noche,  donde mostraría su rostro mas oculto, caería el velo,  y sería esa, ...luna llena sobre el monte.
Nos ocultamos tras los matorrales, apenas podía oírse el húmedo respirar de mi cuerpo agitado por la travesía..silencio humano, canto de selva.
Luna llena  en el cenit de un cielo diáfano del trópico, plateado fulgor, caía perpendicular sobre nosotros ...era el momento.
Y le dije: -ya es tiempo
Y desaté las cuerdas que sostenían a su cuerpo inmóvil.,.y lo miré , tras su mirada vidriosa : el horror de la muerte, y pedí , y pedí sin respuesta, lo que no se pide.
Pronuncié las palabras, y canté su canción.
Y allí quedó tendido el cuerpo, librado a la tierra, en su círculo de plata, y me marché, y me marché en silencio, tal cual había llegado.
No era la primera vez que arrastraba un cuerpo dentro del monte...lo hacía cada vez que debía despertar.
No había durado demasiado, y me perdí entre brazos foliados, me perdí hasta el delirio, me dejé perder una vez mas, de eso exactamente se trataba. Hasta aquí sabía cuales eran las reglas y los pasos, en adelante, todo me sorprendería, debería resolver cada situación, como absolutamente original, mi vida iría en ello, la conciencia de ser se jugaría íntegra en este acto.
Recordé aquel juego primal, con lúdica disposición acepté el desafío, debía esconderme del personaje, y encontrar su lugar, de eso trataba , y se jugaba hasta el final.
 No debía dejarme ver por quién me había arrastrado hasta el círculo, ya no le reconocía, ni él a mí, y si lo escontraba, su cuerpo se desmembraría instantáneo, el terror lo inflamaría hasta hacer arder el espacio mismo a su alrededor, sería lo terrible más aún que la simple muerte, el verdadero horror de lo propio atestiguando la mismidad del ser:  mortalmente insoportable .
Y corrí, me levanté desnudo, y corrí, no había dirección, solo importaba correr, enlodé mi cuerpo a la orilla del  bañado, unté mi piel en su tierra, para no-verme, para no reconocerme llegado el caso.
Y corrimos los dos, y corrimos como nunca.
Y despertó el animal, y corrí fiero tras la presa, y ahí lo vi, justo donde debía estar, en su exacto lugar.
Y rugió la furia de la bestia, temblaba  el  monte todo ante mi paso, y me estremecí ante su vista, justo ahí, detrás de los cañaverales , escondido la observaba, y la vi avanzar sobre aquel  que yacía enlodado en el centro del claro, y la vi devorar su carne , firme sosteniendo entre sus garras el divino alimento, la vi  fundirse en su cuerpo  desvicerado, la vi cubrirse en piel humana , la vi erguirse en  sus patas y rugir-aullar al monte la ventura de su sangre animal fundida en la humana conciencia, finalmente éramos uno-el-mismo y desperté, desperté a mi sueño animal, la fiereza de la tierra...