lunes, 23 de marzo de 2015

Ruido y Fragmentos

  Hace tiempo deseaba conectar con la palabra escrita para poder decir algo.
¿Mi Interlocutor? El silencio en que derivamos hacia la ausencia-

Pensaba en varias cosas sin conexión aparente, como el fluir consciente que se prolonga en la experiencia del ser en que deviene el mundo, hasta que pude dar con una clave para unir tantos fragmentos,  todos fragmentos: La experiencia cotidiana como fragmentariedad y alienación.
Cada día se reúnen en nosotros mismos las memorias de quienes intentamos ser, reintegramos nuestra identidad al mundo en tanto seres conscientes de alguna forma de sucesión del tiempo y continuidad del espacio: La identidad es una especie de permanencia de una constante reflexiva ( que se refleja a si misma para obtener su propia imagen) - La identidad es fundamentalmente memoria: filo y ontogenética; Ontogenética del propio ser en quién deviene el tiempo como  agujero negro que devora cada instante para finalmente resumirse sobre si mismo y desaparecer y Filogenética para continuarse en un tiempo asintótico, mas allá del propio límite mortal, un tiempo que se acerque pero jamás toque el límite del final para la especie en que se continúa la memoria de esa identidad.
Unir  fragmentos de sueños en la argamasa de la realidad: así vivimos inventando un sueño consistente y homogéneo, un sueño común que convenimos en llamar realidad, evidencia, empiria, y que es sueño al fin, sueño de una consciencia que une los fragmentos en que resuena su propia forma consciente de ser.

Nos alienamos a la imagen, soñamos con las formas constantes y los patrones que se reiteran en nuestra propia forma-
Y si del relato encantador de la ciencia, el único y más acabado que ya tenemos, nos confiamos hasta pensar su interpretación poética de un universo donde hemos devenido después de explosiones  de estrellas, de disoluciones infinitesimales de partículas que se conjugaron en moléculas sensibles y organismos inteligentes, que constituyeron formas complejas de organización y estructuras vivas que encontraron en la materia aún exterior a las formas orgánicas, canales para extenderse e integrarse a otras formas de conciencia: el silicio, el carbono, y la tecnología moldeando esas sustancias bajo la misma inteligencia que unió los átomos de hidrógeno y el metal que desprendieron las explosiones de estrellas - Todas estas formas hemos integrado para llegar hasta aquí a golpear estas teclas, para escribir estas palabras , esta incertidumbre de soles y galaxias, esta magnitud cósmica en que nuestra efímera existencia se juega este instante de vida.