Hoy en el congreso de psicología se conjugaron especies raras: los psicólogos de todas las razas, de todos los planetas de este sistema solar y de soles cercanos.
En un momento vi entrar a un señor con su saco en picada hacia el suelo, con un maletín desprolijo y lleno de papeles cayendo .
Se sentó a mi lado, comenzó a desplegar hojas, ponerlas en el piso en orden secuencial como si fuera un rompecabezas.
Hojas oficio, amarillentas y mecanografiadas, escitas en lápiz sobre el tipeo de la máquina, libros de ediciones antiguas, apuntes, fotocopias,
Ese bolso era la envidia de cualquier oficinista del estado en los años 80, papeles por doquier.
Cuando llegó su momento de hablar, sacó de su bolsillo un pañuelo lleno de tizas partidas, habían al menos unos veinte trozos de tiza allí ), y comenzó a hablar, jamás supe que decía pero sonaba bien, era muy seductor y coherente su discurso. Era una imagen de patética elocuencia: la imagen del profesor loco; ( aquello que los docentes tristemente tememos), pero era también la imagen de la genialidad, el desparpajo, el mas allá de la frontera, este si que era de otra galaxia pensé!....Uija! qué vértigo-
Fue como asistir a Babylon 5, seres de todas partes en conjunto, conviviendo en un espacio, y caminando hacia algún lado.
El modelo de congreso ( de pares) es lo mas parecido a lo que debiera parecerse la universidad como institución académica. Un congreso: ciudadanos legitimados ante el derecho que promulga el estado por una porción discursiva de la realidad, debatiendo posisciones epistemológicas ( siempre políticas) -
¡Ay ! el congreso!
