martes, 23 de octubre de 2018

No puedo dormir

Insomnio. Enfermedad de los que no pueden detenerse,  igual que  tiburón en la red, se mueren en la quietud del cuerpo, entregados al ardor de su propio incendio. Malditos demonios, su condena, la de no tener descanso ni olvido. Malditas palabras que asedian en la noche, cada palabra es imán de una imágen y miles de ellas se alistan en una legión espantosa de rutina cotidiana que asalta el sueño con la pesadilla de la vigilia más espantosa: la del día que pasó,   que ni siquiera  la noche sea reposo y sueño, la sin paz, sin descanso,  sin dejarse ser el yo uno mismo de siempre.
Quiero dormir y olvidarme de mi mismo, viajar en la inocencia de desconocerme tan temprano.
Me escribo de nuevo para no repetirme otra vez. Ya se todo lo que vendrá y quiero viajar en sueños para despertar nuevo en otro que no soy.  Hay !
Poeta maldito ! Maldito poeta!  Cantan los pájaros del día y aún en tu cama te revuelves como alacrán que no destila su veneno.

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