jueves, 14 de abril de 2011

Accidente


Ayer fui a cenar afuera, al marcharme encuentro en la esquina la escena de un accidente: autos parados, un motociclista en el piso. Detuve el auto e intenté ayudar.
Lo mas curioso sucedió después al recordar todo. El motociclista era un trabajador del restaurante donde cené, haciendo reparto de comida. Estaba  tendido en el suelo y gimiendo de dolor. En eso llega un compañero corriendo y mientras otro lo asiste este saca de la cajuela de la moto la comida caliente,  rápidamente la coloca en otra moto que llegaba en ese instante para que la comida fuera despachada en término...
Mientras uno de los empleados asistía al  compañero accidentado, el otro se ocupaba de que se cumpliera con las pautas de responsabilidad que exige el protocolo de buen servicio que toda empresa que se considere "responsable" debe cumplir. Cuidaba  de la expectativa que en él habrían generado las demandas de esta cadena de restaurantes, algo así como una "ética del deber corporativo".
Recordé estas imágenes heroicas de las batallas donde alguno de los combatientes recupera el estandarte de las manos sanagrantes de su compañero caído, para seguir corriendo hacia el frente con la insignia nacional: ( horror).
La puerilidad, casi obscena de esta escena, donde el valor del compañero caído era equivalente al de la mercancía que transportaba, me recordó el horror de aquella otra donde miles se mataban peleando por alguna porción mas grande de algo que solo imaginaban en los mas absurdos sueños y pesadillas algunas bestias sin corazón y sedientas por la codicia...

No hay comentarios: