Comenzamos a trabajar en un escrito que tiene como base una idea: la de hacer una tesis de maestría, pero también, y por sobre todo un trabajo de investigación como consecuencia de una necesidad de entender algunos procesos y fenómenos sociales de los cuales soy parte. Por ello, atendiendo a la legítima motivación de cualquier persona que intenta conocer, no solo por curiosidad sino por necesidad de transformar su medio y dar sentido a un conjunto de significaciones que intenta dinamizar en un proceso de construcción que adquiera cierta vitalidad entre los miembros de su comunidad , vitalidad lingüística y lógica a partir de la articulación de ciertas prácticas posibles y las significaciones generales que podemos atribuirle-
Por ello, todo conocimiento que no pueda siquiera en algún íntimo sentido transformar el mundo, en cualquier perspectiva : real o simbólica, que no tenga la capacidad potencial de generar transformaciones, es un conocimiento estéril, destinado a los cajones de los burócratas, a los archivos que justifican los laureles y el reconocimiento de la colmena académica, pero nada más, y si la coherencia teórica y la consistencia empírica no son animadas por el espíritu y la pasión del investigador, el conocimiento se convierte, cual maqueta, en una impostura intelectual, en una fachada de presunción que ofende al espíritu humano , ese que nos ha traído precisamente aquí después de atravesar todo el camino desde las simples formas moleculares hasta las complejas integraciones orgánicas y sociales.
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