martes, 31 de julio de 2012

Sobre la matanza en el cine de Colorado

¿En que pienso ante hechos como este?: En el síntoma, y en las distintas manifestaciones sociales como síndrome de un caso mucho mas complejo, como la fiebre cuando constituye un indicador agregado a una serie de otros fenómenos que establecen las bases descriptivas de una semiosis posible. Aquí ya no hay metáfora: como en la psicosis, todo significa en el mismo nivel de significación: el signo y el significado son indisolubles, el villano psicótico salió literalmente de la pantalla: tal es así que el público no podía distinguir entre lo que sucedía en la "realidad" o en la película, porque todo era real, o mas vale todo era una pesadilla igual: la película y la realidad. Pero esto nos está diciendo algo mas, el hecho de que algún desquiciado dispare un arma ante la gente, alienado en su propia fantasía psicótica, esto no es nuevo y cada tanto emerge en distintos lugares como pequeñas erupciones donde el símbolo no puede contener a la realidad, como las capas basálticas no pueden contener al magma que emerge: hay demasiada presión- No pienso a este personaje obsceno vestido ridículamente de villano, salido de su bizarría al horror del absurdo mas extremo y cruel, no lo pienso aislado del sistema en el que interactúa, lo pienso como parte y justamente es ahí donde el sistema se determina en un caso: por eso es síntoma, algo nos está diciendo a todos, es una alarma que no aún escuchamos: como esas que suenan en las cabinas de los aviones cuando los pilotos hacen algo mal- Algo está saliendo mal. Hoy leía que el presidente de los estados Unidos se horrorizaba ante estos hechos (no es para menos), también recuerdo como ellos mismos sentados en sus cómodas sillas veían igual que en el cine otra masacre ( pero legítima) en Afganistán mientras sucedía y en tiempo real. Como vemos desde nuestras pantallas la trayectoria en directo de esas "bombas inteligentes", estallando sueños y vida. Como comienza a ser tan "real" la realidad forzada desde la maquinaria ideológica del consumo, el poder y la guerra: tan mediada por los ritos tecnológicos donde encontraron su soporte narrativo y tan indisolublemente ligada a las prácticas que ya algunos ilusos no pueden distinguir si sienten el frío del termómetro o el de la piel.




trato de poner foco fuera de mi ética particular ( me repugnan estos criminales salvajes e impunes), trato de poner foco fuera de la moral occidental judeocristiana ( no se si realmente puedo con esto) para intentar una perspectiva mas "macro" del tema y ver como estos fenómenos pueden ser expresión de procesos de significación social mucho mas profundos que el acto mismo en que acontece, porque cuando se manifiestan es como cuando se manifiesta una enfermedad tras un largo proceso infeccioso y de contagio ( ya la metáfora es moral mal que me pese ), hay un mecanismo, hay un sistema en el que se integra como parte de una totalidad, hay un principio de violencia que parte del signo y las prácticas para derivar en estos horrores obscenos, porque son eso: horrores obscenos, bizarros, sin sentido, absurdos y mucho más patéticos que trágicos: parecen emergidos de una mala película clase C de humor negro: Occidente y su escenario Norteamericano se me representan mucho mas seniles que adolescentes, una especie de senilidad prematura por no decir decadencia tardía: y en estos leves signos presiento este momento.... en fin....

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