Es cierto que las ciencias sociales cargan el estigma de su indeterminación. Porque al final si Fidel estaba del bando de los buenos o del de los malos no tiene tanto que ver con Fidel, sino con cada quien que lo juzga, con "de que lado" de la escena se observa ; con eso que a cada uno le conviene y quiere creer.
No es una decisión matemática si Fidel era "bueno o malo" : es una decisión ética, y por lo tanto politica.
En eso se parecen las ciencias sociales a la Física Cuántica: las partículas son ahora funciones de onda que colapsan en el punto en el que el observador mide, la naturaleza de las cosas mismas es doble e indeterminada.
Al final de la película "La vida de Pi" el protagonista dice que cada historia es cierta en la medida que finalmente decidamos y queramos creer. Eso creo y claramente quiero creer.
El poeta es un labriego, ha de ser muy laborioso, y apenas esperanzado en cosechas pródigas, solo producirá lo justo (no ha de faltar ni acumulará por si acaso), él debe establecer un equilibrio entre las potencias creadoras de la tierra y el influjo vivificante del sol, él cuida de estas fuerzas primigenias, y él, todo él no es más que la sombra de un oficio que encarna en la palabra que lo nombra: Poeta.
domingo, 27 de noviembre de 2016
Fidel
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