El poeta es un labriego, ha de ser muy laborioso, y apenas esperanzado en cosechas pródigas, solo producirá lo justo (no ha de faltar ni acumulará por si acaso), él debe establecer un equilibrio entre las potencias creadoras de la tierra y el influjo vivificante del sol, él cuida de estas fuerzas primigenias, y él, todo él no es más que la sombra de un oficio que encarna en la palabra que lo nombra: Poeta.
martes, 17 de junio de 2008
Persona- Pessoa
Un día (que ys pronto no recordaré) caminaba en el parque del Retiro en Madrid, en esos tiempos leía poesía de Withman. De repente
me sorprendió un hombre mayor de larga cabellera y barba blanca, me explicó una extraña cuestión en torno al amor, al universo y a la poesía; me detuve a escucharlo y entonces me pidió que lo invite al bar de enfrente a tomar un café.
Narró extrañas cuestiones existenciales, filosóficas, éticas e históricas.
Dijo llamarse "Persona" y me encomendó entregar una carta (que ahora publico) a alguien en un extraño lugar , me dijo que al hacerlo un portal se abriría en mi destino.
Me contó haber estado escribiendo esa carta desde hacía unos días y que cada vez que concluía una similar se la entregaba a algún transeúnte que valiera la pena.
Años después le comenté el extraño suceso a mi amigo Hernán quién dijo haberse encontrado con el mismo sujeto en el mismo lugar, extraña coincidencia. Hernán piensa que se ha encontrado con algún heterónimo viviente del escritor maldito Fernando Pessoa, y yo con el reflejo extraviado del poeta solar Walt Whitman....desasosiego y maravilla que atraviesa el tiempo y a los personajes que somos tras las máscaras con que venimos a representar estos papeles en el juego de la vida. Misterio.
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