Hace cinco años escribí un post sobre el estreno de la película Joker, el contexto ha cambiado algo en este breve lapso de tiempo postpandémico, y hoy se estrenó la segunda parte. La nueva peli conserva ese tinte oscuro que pinta una realidad agobiante, aunque en estos últimos años la vida también cobró nuevos sentidos en ese gran "fuera de escena" qué es un mundo cada vez mas opresivo .
Y en ello aparece "la esperanza" bajo la forma del amor, la esperanza de que todo pueda mejorar, la esperanza de que alguien lo quiera, la esperanza de ser feliz. Pero el último de los espíritus de Pandora selló el destino de Flick por haber creído que existía alguna esperanza posible.
Mientras estaba en la sala de cine veía que alguna gente que se levantaba de sus butacas en medio de la película para irse, se fugaban como los espíritus de la Caja de Pandora, se decepcionaban, no aguantaban a un Guasón quebrado, a un personaje fracasado, a un loco frustrado y roto en su fantasía, desarmado, impotente y desesperado. Todo esto sucedía mientras en la película sus fanáticos en el juzgado también huían, se levantaban de la sala del tribunal para irse porque no toleraban a Flick renunciando a su personaje, querían ver al payaso vengador, al asesino loco y despiadado, al que ponía un límite a los verdaderos villanos de esa comedia cruel qué se interpretaba en el mundo de verdad.
Un movimiento que recién advierto : uno en paralelo fuera y dentro de la escena donde se espejan los personajes: dentro de la película los seguidores se decepcionaban del Guasón, todos lo abandonan cuando finalmente Flick renuncia a su personaje con la esperanza de ser amado, y en el "fuera de escena" de la sala de cine sucedía lo mismo: todos esperaban al personaje, los espectadores esperaban que el guasón comience su raid de ira, muerte y destrucción, porque tal vez eso quiere la gente: un loco que vengue todo el malestar y la injusticia de este mundo, no solo la gran injusticia social sino la injusticia íntima, personal, la de cada individuo solitario por haber caído al vacío de su propia existencia, donde también nuestros personajes nos abandonan en esa trama ficcional con que nos hemos identificado, con los personajes que creímos ser, y con toda esta mentira donde se fija nuestra propia existencia.
Esta película nos lleva al fondo de la desesperanza, donde realmente lo peor es lo que siempre sucede: que al final no pasa nada.
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