Nada más importante que todo esté tibio momento, estas hormigas sobre la baldosa desorientada.
La tibieza del sol indolente, este atardecer quieto, todas estas redes celulares, estas señales que se cuelan a mi alrededor, el sonido de los autos al pasar, las flores naranjas, el perro que se acerca, esta tarde sin estrellas, estos años sin sombras, esta calma chicha.
Todas las tardes y los amaneceres, todo lo que olvide con este viento frío de Julio, este recuerdo tibio de 50 primaveras sin balcones ni flor, todos los que fui, los que ya no soy, a los que olvidé, los que nunca seré, el lugar de donde partí, esa inocencia pagana, este escepticismo de profeta, este que soy, ese que olvidé, esta poesía redactada al micrófono de un celular, este equipo que me copia donde Antes había papel y tinta, ahora hay una voz que resuena en el silicio de todos sus transistores y chips, de unos y ceros que vibran dentro de algo nos une y que ya hemos vivido, todos lo que ya sabemos que hemos de morir y digo por decir, y se dice por haber dicho,
ahora vamos a hablar de una forma de escribir que no conozco, este ideal desencuentro del encuentro y todo lo que falta y lo que resto de lo que viene lo que hay, de lo que no hay, es este joven de esta vida Caracol
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