El poeta es un labriego, ha de ser muy laborioso, y apenas esperanzado en cosechas pródigas, solo producirá lo justo (no ha de faltar ni acumulará por si acaso), él debe establecer un equilibrio entre las potencias creadoras de la tierra y el influjo vivificante del sol, él cuida de estas fuerzas primigenias, y él, todo él no es más que la sombra de un oficio que encarna en la palabra que lo nombra: Poeta.
miércoles, 23 de julio de 2014
Puerta
Un día Iuve, mi abuelo, cerró esta puerta para no regresar más a su casa, a su querida isla de Vis; En cambio, hoy entiendo que abrió un camino de vida que ahora me transita y fluye mucho mas allá de mí.
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