El arte pictórica y la luz
“La sustancia, el material del pintor no es el óleo ni la tela sino la luz…”
El pintor obra su arte desde un centro que le es ajeno, y su oficio se arraiga al sustrato mas incierto: el aire.
La transparencia que habita y media entre todas las cosas a su vez las une en un espacio insoluble que solo el ojo quiebra (mas poderoso que cualquier ingenio de la mecánica).
La palanca que mueve al entendimiento es “el símbolo” como fuerza de presencia en tanto las cosas acuden a su forma.
Veamos todo de nuevo…
¿Qué hiere al símbolo y a su forma?
La ondulación de una posibilidad, algo que pende del hilo improbable de la memoria,
Algo distinto a nosotros mismos.
Te he unido a la vastedad del infinito y en el intento de ello resultará pues la impecable tarea de llevar a cabo el desatino controlado de la propia existencia, El Ser.
Lo único que permanece es el inmenso amor y la memoria como llama viva, los recuerdos sin nombre como la patria del niño sin imágenes pero hecha alma.
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