Como si en pocos
minutos quisiera sintetizar muchas lineas de
pensamientos desordenados, meta-datos por sobre lo que debiera ser “el
trabajo formal” que tal vez jamás realizaré.
Pensaba después de la
lectura de un libro autobiográfico de
Gregory Randall en tiempos
de la revolución en Cuba, en realizar
una propia autobiografía que retratara los vestigios de mi vida pasada , pero
atados a un sentido de época, a un momento histórico, no solo las anécdotas
vivenciales de mi propia experiencia, sino lo que sucedía entonces, y como
percibíamos el mundo y las cosas en aquél momento ( si es que tal cosa pudiera
hacerse). Aunque solo puede ser una perspectiva parcial, muy particular a una
clase, a un tipo muy definido de subjetividad y aún mas: empañado por el relato
de quién hoy lo cuenta y que tal vez ya sea muy lejano a los hechos tal cual
transcurrieron, si es que eso alguna vez sucedió, y si es posible relatar algo
que se parezca a las cosas tal cual suceden.
También pensaba en
que modo encarar un trabajo que me lleve hacia un propósito mas ampliado de
recrear un constructo
que integre mi recorrido epistemológico por diversas áreas, las zonas de
interés que me motivaron a estudiar, a leer, a pensar, a viajar y a descubrir:
y si de todas ellas puedo sintetizar algún momento que surja con claridad como
esencial y significativo de toda esa experiencia. ¿Acaso no es siempre así?,
acaso quienes construyen el mundo de las significaciones teóricas y
científicas, las representaciones de sentido en un tiempo dado, lo hacen
adrede, o son ellos la expresión viva de una fuerza que se manifiesta?-
Cuando pienso en
todas estas lineas que ahora se cruzan como caminos que se entremezclan,
Maturana y Varela con sus conceptos de auto-poiesis como sistema que se
autogenera y organiza a si mismo para abrirse a la interacción de estructuras
mas complejas pero cerrado a una organización interior estable y definida,
cuando pienso en el cruce de ontogénesis
y filogénesis en el preciso punto de
intersección de la célula zigota: un organismo unicelular justo antes de la
división mitótica: sobre el que en interrelación con su medio se gatillarán los
cambios de la estructura en sus límites posibles hasta el especímen adulto,
cuando pienso en ese punto como retorno a la historia filogenética que nos
conduce dos mil millones de años en el tiempo a los comienzos de la vida, para
pronto entregarnos toda la secuencia organizativa en el desarrollo de su
ontogenia como repetición histórica de todas sus manifestaciones adaptativas en
los ciclos de replicación genética y organización estructural que determinaron
su filogenesis; cuando pienso en Linn Margulis y los sistemas auto-regulados
como totalidades sobre la “conciencia integrativa” de los sistemas mayores como
estructuras organizadas de segundo orden; cuando pienso en Sheldrake y su idea
de una “zona de determinaciones
(resonancia) morfogénicas” como supuesto descriptivo que ajusta y
determina las variaciones de estructuras morfológicas bio-organizadas en cada
especie- ; Cuando pienso en Vigotsky y el concepto de zona de desarrollo
próxima, pero ahora desde una perspectiva mas amplia considerado factores
organizativos de la inteligencia a nivel filogenético, pensando en conductas
adaptativas como modos de estar en el mundo e integrarse a un medio siendo
parte del mismo y modificándolo a la vez, suprimiendo, conservando y superando
las estructuras en el tiempo histórico de su repetición, cuando pienso en los
ciclos: en el giro de los planetas sobre órbitas elípticas repetidas sobre un
centro mas estable: y pienso que todo se agrega mientras se repite en ciclos:
el eterno retorno a lo mismo, superado en su nivel organizativo, modificado en
su estructura , pero conservado en su génesis: en le perseverancia y tenacidad
de su modo de ser-
Cuando me pregunto:
¿qué sentido tiene todo esto?, y no lo encuentro, y no logro responder nada que
me conforme, ahí se que estoy en el camino correcto: en el que se sostiene
sobre preguntas , en la luminosa incertidumbre y la magnífica sensación de
asombro existencial-
Mar del Plata 27 de
Julio 2012