Como escribir en disonancia con lo que se espera que uno escriba.
¿Debería abocarme a la consagrada tarea del hacedor de verdades imaginarias?:
Escribir ciencia, escribir cuentos , ¿o que ?
¿Quién espera que uno escriba algo?: el otro, ese otro imaginario, ese otro que imaginamos que nos lee en la ilusión de ser comprendidos, leídos, o en el peor de los casos admirado.
El poeta es un labriego, ha de ser muy laborioso, y apenas esperanzado en cosechas pródigas, solo producirá lo justo (no ha de faltar ni acumulará por si acaso), él debe establecer un equilibrio entre las potencias creadoras de la tierra y el influjo vivificante del sol, él cuida de estas fuerzas primigenias, y él, todo él no es más que la sombra de un oficio que encarna en la palabra que lo nombra: Poeta.
viernes, 26 de marzo de 2010
miércoles, 10 de marzo de 2010
¡Cartesianos!
No era necesario tanto, solo unos instantes en que nos dejáramos de caretear infaustos el drama de circo entre quienes al final no sabremos nada.
La música es a la vez un movimiento estético y social, por lo tanto político: político en el sentido en que compromete al cuerpo en el dilema de callar o morir a su antigua forma.
Si debo comprometerme a la documentación de la palabra, he de saber que no sin riesgo se incursiona en este camino y no sin cicatrices se sale.
La palabra podría corresponder a la prosa, pero habría que pesquisar un estilo donde encuadre esto.
Parece que la lectura de la ciencia se acerca más a la realidad, que ironía, al costo de no dudar de una verdad para fundar lo real.
Crece todo crece, todo esta vivo y es inteligente, la totalidad de la res-extensa es el doble ( la duplicidad) de la res-cogitans… ¡Cartesianos!
Asombrado.
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