jueves, 3 de julio de 2008

Profecía del Shinkal


Profecías

Profecía Inca del Shincal
Tradición oral de las etnias del Noroeste Argentino




Resucitará en el corazón de vuestra gente
el espíritu que dormirá,
de quienes ahora les toca desaparecer;
La muerte verdadera no es la del cuerpo,
es la del olvido de un pueblo,
Y quedarán guardadas en el destino de este suelo,
que un día verá a los nuevos hijos del sol nacer,
para la gloria de esta tierra toda,


A las semillas que esperarán cuerpos nuevos,
para florecer los misterios ya listos al devenir,
como el sol y el día renacerán
tras la noche del espíritu,
y el sueño de la pasión.
Tras los ciclos grandes del tiempo,
sus hombres despertarán en carne virgen,
el espíritu dormido de estos
a quienes ahora les toca desaparecer ...






Y será en aquellos tiempos de espíritus indigentes,
Que los cuerpos hambrientos de la luz del ver,
Padezcan la ceguera que sus males elijan,
Bajo la forma de las apariencias,
Tenderán suyo el engaño,
y la maldición de saberse hombres,
y no reconocerse hermanos.









Asediados por la sinrazón y el descreimiento,
Refugiarán sus miedos en templos sagrados,
Y volverán al mar oscuro de gris piedra,
Que cubrirá su tierra toda,
Con los dolores de sus vicios,
Con los clamores de sus anhelos
Apagarán lo libre que haya en ellos,


Desconociéndose los prisioneros,
Se verán ellos mismos los guardianes,
Sin ver los muros gruesos de las celdas
De los pueblos que los rodeen,
Sin ver la soga tensa,
Del propio espíritu que mismo los retenga
la punta aguda de firme lanza que sostengan.

En mano propia la fuerza engañosa,
Que sus dibujos malditos
Retengan la persistencia de trampas,
Con colores embrujados pintados en suave tela,
Compren la sangre de los pueblos y la fe de sus aliados,
Pinten ilusión en formas del cielo y de la tierra,
Altares del sol y el ojo grande en las alturas,


El águila guardiana vestida de guerrera,
Las palabras pintadas anunciando como ingenuas
La venida de un Dios oculto, en el que su pueblo confiará,
Más que en el sol o en la tierra...

Y al sur de aquel pueblo aguerrido
Deseoso del combate todo
Revivirá la palabra del hombre,
Anunciando en las semillas su simiente,
Y la nueva luz esperará,
La unión de rojo río y nueva sangre
Para brillar el color naciente
Dorado sol en plata luna,
Sobre el azul de limpio cielo.







Y en aquel tiempo donde lo dicho,
Sea asunto de verlo pintado en telas,
Y cuando el decir dure lo que un día,
Y en él ya nada valga la palabra
Ni persona alguna ello sostenga
Será tiempo en que los fantasmas,
se sienten en los tronos
Y gobiernen desde oscuras cavernas
El imperio de cruel olvido y tinieblas.


Será tiempo aquel en que todo sobrando todo falte,
y aún mas de lo necesario ello teniendo,
mucho mas desesperen por tener,
la medida del hombre estará fuera,
en las cosas que pretendan
y no en las del espíritu las virtudes,
sus casas serán sus prisiones ,
atrapando el querer sin amor en sus corazones.


En tiempos aquellos en que abran los espíritus
las puertas de mil vidas dormidas,
abran también la memoria
de quienes vuelvan por esta senda,
mientras canten corazones el fragor de la afrenta,
que hubiera antaño empezado.
Y nunca olvide,
quién conozca el destino por la tierra heredado,
el camino en el cielo marcado,
en el reflejo de estrellas,
sus antiguos hermanos brillando,
que después del cuerpo,
en luz de noche fueron quedando,
mil ojos del cielo, que vuestros sueños irán velando...