jueves, 15 de marzo de 2012

Breve recorrido ontológico sobre el objeto de estudio de la Psicología


- Asumiré el riesgo de examinar de un modo particular como operarían los niveles metodológicos y ontológicos en relación a la ciencia trazando una línea de recorrido desde la Física hasta la ciencia que me ocupa: La Psicología, y construiré un modelo ascendente en la Ciencias, hacia el encuentro de nuestro objeto de estudio: “La Psique”-
Podríamos iniciar esta perspectiva en la ocurrencia de una metáfora que implica la superación de algunos niveles necesarios congruentes con la lógica de  supresión y conservación, a saber, en el marco general de las teorías que sustentan otras disciplinas científicas y sus Programas de Investigación Científica  concibiendo esta primera tesis según el  “Método de la reflexión”, por ahora, intentaré buscar congruencia con las creencias comunes, fundamentado en los saberes hegemónicos vigentes  y fuera de cuestión.
Trazaré el primer punto de esta metáfora en la perspectiva de la física como ciencia que se ocupa, entre otras cosas, del ser de las cosas: ¿qué es aquello que las cosas son?, aquí solo me restringiré a su sentido positivo,  en tanto las cosas son objetos extensos, digamos: materia y energía.
Ubicaría aquí, en la perspectiva de esta disciplina, (y solo a modo de metáfora donde restrinjo múltiples criterios forzando una imagen para fijar la idea) a “La Tenacidad” método sobre el que se asienta el fundamento en el que se constituirían  los niveles restantes: en tanto materia o energía como base empírica necesaria-
La existencia de las cosas, en su modo  de ser, interpretada en una perspectiva ontológica positiva, debería ser en principio en algún término de este orden: materia
( átomos, neutrones, quarks), que se constituiría luego en núcleo de formaciones mas complejas al producirse ciertos enlaces químicos entre las moléculas que se forman a su vez “atando átomos”.
Se constituye sobre este método todo nivel de realidad superador y su referencia como piedra de toque de futuras supresiones hacia niveles más complejos  de conservación y superación.
La Tenacidad de la materia” está dada en su modo de ser y en “este conocimiento que tienen los átomos” de producir uniones atómicas, y que luego “heredan  las moléculas” para producir enlaces químicos.
Aquí dibujo un nuevo salto de nivel y utilizo la metáfora de las ciencias para situar en el orden de la “Autoridad” a la química , en tanto de ahora en más estos “átomos libres” deberán obedecer las propiedades de la estructura química y “la tradición molecular” del elemento que integran, tal que sobre la “Tradición del carbono”, por ejemplo, y algunos otros elementos horneados en primitivas supernovas,  sigue en adelante el camino que nos conducirá en esta visión reconstructiva, hacia nuestro objeto: la psique. (Entiéndase que en la metáfora, aunque no intento atribuir voluntad a supuestos entes inanimados,  deseo trazar el paso hacia la determinación de la voluntad en lo viviente desde la “materia inerte”).
Aquí me encuentro con un escollo difícil de salvar y una pregunta que resolveré al modo de la versión estándar ciencia , es decir desestimando todo problema que atente contra mi hipótesis y atendiendo solo a la propuesta que guía mis premisas hacia la demostración de mi tesis- El problema es el orden del salto al siguiente nivel: La Vida-
Digamos que otra disciplina, La Biología,  soportada según esta metáfora en el “Método de la Reflexión” ( no quiero decir que las ciencias se correspondan una a una con estos métodos,  ni que haya en sí misma reflexión entre las bacterias, y solo tomo la imagen para intervenir un orden donde fuerzo el encuentro de sentidos implícito en el camino del devenir de la ciencia hacia uno de los objetos de estudio en una de sus disciplinas ) , se ocupa del orden que se establecerá de ahora en mas en este nuevo nivel donde la vida se abrirá paso mediante un recurso superador, su capacidad de adaptación: es decir que de todas las posibilidades, la vida se abrirá paso por el lugar más conveniente para perseverar en su ser, pero de modo organizado y según su propio modo de ser  ( según otra perspectiva podríamos iniciar aquí también el camino de “La tenacidad” partiendo desde los  protozoos por ejemplo, pero he corrido un poco más el límite para forzar esta metáfora teniendo en cuenta la persistencia de estructuras anteriores como átomos y moléculas ). Digamos que aunque ubiquemos  al método de la reflexión en torno a las sociedades con Estado, yo ubico este “estado de las cosas” donde la tradición ha determinado ciertos límites químicos que devinieron en superación hacia un nuevo nivel implícito: la vida y la capacidad de cualquier ser vivo de conocer e intervenir sobre su propia existencia con el mínimo margen de libertad que ni los átomos ni las moléculas tendrían, y este nuevo sujeto en tanto “sujeto viviente” y su lucha por la supervivencia al modo en que las “clases sociales” lucharon y  fueron la causa profunda que produjeron la aparición de los Estados Nación, la lucha por la supervivencia y la perseverancia del  Ser fue la causa de la aparición de organismos cada vez más complejos contenidos en el “estado” de su propia corporeidad y la “organización de su organismo”. De hecho hoy es reconocido por la Biología el paso a la formación  de las células eu-cariotas por organización adicionada de células procariotas simples en nuevos niveles de integración y superación. Así que en la organización de la vida sitúo las características del método de la Reflexión (aunque de hecho las células y bacterias no reflexionen y solo atribuyo sus propiedades a las cualidades emergentes de la “vida como sujeto”-
Aun me represento como cuestión insoluble e inquietante la cualidad del salto del viejo nivel hacia el nuevo nivel de la vida, desde lo inerte como eslabón perdido y disuelto en las tesis de la “generación espontánea”-
Y por último en el nivel del “método de la ciencia o la eficacia” sitúo el salto desde los organismos vivientes, constituidos en sus múltiples saltos intermedios hacia la formación de organismos más complejos y la constitución de las especies animales y vegetales, y su posterior organización en manadas, y el hecho del paso a la tribu y a la cultura como el salto a la dimensión posibilitadora de la aparición de la Psiqué-
El “salto al nivel del símbolo” sería en este punto lo específico del límite cualitativo en el cambio de nivel, donde todas las cualidades de los anteriores niveles se hallan presentes, conservadas y superadas: la materia de sus átomos, la estructura de sus moléculas, la funcionalidad de sus órganos junto con la capacidad adaptativa de sus conductas, y finalmente este salto de nivel donde la capacidad representativa del lenguaje “produce mundo” para modificarlo de acuerdo a sus necesidades de supervivencia, pero ahora potenciada por su capacidad predictiva, y por la eficacia de sus métodos: una vez que el hombre aprendió que el fémur del animal muerto también puede ser arma , y que el arma marca  dominio sobre los otros y determina supervivencia, la eficacia de su descubrimiento se abrirá paso por sobre cualquier método-
Tal vez corresponder por analogía la eficacia del método científico con la eficacia del descubrimiento del hombre neolítico no sea la más “análoga” al modelo trazado por la ciencia, pero intento poner en perspectiva algunos elementos diversos correspondientes a objetos de estudio de otras disciplinas, en un marco conceptual común y con un hilo de coherencia hacia los albores de nuestro objeto de estudio en tanto Psicólogos: la conciencia como forma de representación  del mundo,  el  Ser  en tanto viviente , y la conciencia de la muerte en tanto problema ontológico ahora transformado en  símbolo más que en sensación, y la resolución de los problemas que determinan la supervivencia y la permanencia del Ser en su vuelta filogenética y simbólica al ciclo de la vida y el mundo.

sábado, 10 de marzo de 2012

De Platón, Aristóteles, Kepler, Copérnico y Galileo



Platón planteará una división entre el “mundo sensible” y el “mundo inteligible”, donde el “mundo sensible” terminará siendo devaluado como proyección y sombra del mundo de las “Formas Ideales”. Esta filosofía propone una perspectiva dualista donde el mundo tal cual lo vemos es un mundo imperfecto, y el “mundo real”, aquél que si vale la pena pensar, termina siendo el “mundo ideal” o “mundo de las formas puras” inaccesible a través de la sensibilidad y solo accesible a la razón.
Como consecuencia epistemológica se desalienta la observación, el mundo sensible es considerado una copia imperfecta y falsa del mundo que si vale la pena razonar: el de las formas. El conocimiento del mundo sensible (las cosas que ocupan un lugar en el tiempo y el espacio) será un “conocimiento subalterno” (Doxa) ya que los objetos del mundo sensible conservan un carácter de “isomorfismo”: son copias imperfectas del mundo de las formas ; y se privilegiará el conocimiento de la razón (logos) accesible al mundo inteligible de las formas ideales donde las cosas son eternas, perfectas, nítidas e inmutables.
 El mundo de las formas ideales plantea algunos problemas serios a la astronomía; no olvidemos que Platón desalentaba la observación de los planetas y en consecuencia, al observarlos presentan “ciertas anomalías” que desatienden el mundo de las ideas perfectas. Estas “irregularidades serán consideradas “aparentes”, y habrá que “salvar las apariencias del mundo sensible” para que el esquema de movimientos coordine con las ideas perfectas que nosotros los mortales no podemos percibir a través de la sensibilidad sino como mero instrumento de la razón. Este movimiento de los planetas debería ser: uniforme, ordenado y perfecto además de poder explicar todos estos movimientos planetarios a través de círculos y esferas, mismos círculos que deberían explicar las anomalías, abriendo paso a un atolladero de círculos que luego se transformarían en ecuantes, deferentes y epiciclos por casi dos mil años.


Aristóteles niega la separación entre el mundo concreto de la experiencia sensible y el mundo de las ideas; adhiere a una fuerte posición empírica donde las sensaciones serán el primer paso hacia el razonamiento, es más, Aristóteles dirá que es imprescindible observar las particularidades del mundo del devenir para poder formular leyes (al modo del conocimiento científico) buscando causas que constituyan un conocimiento común. La vía del conocimiento proseguirá de ahora en más, a partir de lo perceptible desarrollando razonamientos lógicos hacia las causas.
Aristóteles entiende el movimiento y el cambio como el paso de lo que está en “potencia” a estar en “acto” por acción de las causas, solucionando el problema Parmenídeo (las causas serán cuatro: formal, material, eficiente o fina)l. Aristóteles planteará una física cualitativa, tomando la idea de los cuatro elementos de Empédocles y un quinto elemento que constituye la sustancia del mundo supralunar. En cuanto a su mecánica concebirá que el estado natural de los elementos es el reposo y los movimientos naturales en la región sublunar son hacia arriba y hacia abajo, donde cualquier movimiento horizontal es un movimiento violento producido por un motor y la caída de los cuerpos se explica por el retorno del cuerpo a su “lugar natural”. El cielo no podrá explicarse de mismo modo que la región de la tierra, y en esta región supralunar de éter donde se mueven los cuerpos celestes los movimientos serán circulares.
El Universo Aristotélico será esférico, finito, eterno, geocéntrico, geostático, donde no existe el vacío: todo está lleno (de éter), y los planetas se incrustan en estas esferas de éter.
Este cosmos es heterogéneo: el supralunar en un orden inmutable y el sublunar sujeto a las transformaciones, la corrupción y el cambio. Este será un universo jerarquizado: un primer motor inmóvil de las esferas (seres inmateriales inmóviles), luego los seres materiales y móviles pero eternos e incorruptibles del mundo supralunar y finalmente los seres finitos y móviles del mundo sublunar.
Aristóteles También indagará en Biología desde la observación y disección, dando paso a la primer concepción de una ciencia biológica propiamente empírica. Indaga sobre botánica, zoología, ética, estética, política, lógica, matemática, retórica, física, dando lugar a un caudal enorme de investigaciones que marcarán el rumbo de la ciencia y el conocimiento por casi dos mil años.

De Nicolás Copérnico puede decirse que es quién inaugura la revolución científica, que comienza con su libro “De las revoluciones de las esferas celestes”. Fue el primer astrónomo en desarrollar una teoría heliocéntrica del sistema solar. Copérnico se enfrentó a la astronomía del sistema Tolemaico con gran decisión, atacando el corazón de su tesis: el presupuesto geocéntrico del sistema solar y por supuesto hiriendo de muerte al sentido de su física Aristotélica. Del sistema tolemaico tampoco le convence la función de los “ecuantes”: ¿por qué un sistema qué está diseñado para que todo gire alrededor de la tierra se desplaza a un punto cualquiera?, aunque Copérnico siempre conservó la idea de las órbitas circulares, uniformes y eternas de los planetas intentó crear un sistema mas racional, y así poder explicar de manera natural cuestiones como por ejemplo el movimiento retrógrado de los planetas sin usar “epiciclos”, y también explicar porque las órbitas de los planetas Mercurio y Venus siempre se observaban en las inmediaciones del sol. Se determinaba también de manera bastante exacta el tiempo de las órbitas de los planetas alrededor del sol y podía calcularse la distancia de los planetas al sol en función de la distancia de la tierra al sol- Finalmente se liberaba a la astronomía del peso de los “ecuantes”.
Copérnico ha arrancado a la tierra del centro del mundo e iniciado una verdadera revolución científica- Algunos de los problemas que Copérnico no podrá resolver serán los de la Gravedad de la tierra y por qué las cosas caían al centro de la tierra si esta ya no era el centro del universo, y el de la paralaje estelar, para lo cual obviamente no disponía de herramientas capaces de tales mediciones.


Kepler
Johannes Kepler, había leído con admiración el libro de Copérnico, fue además discípulo de Tycho Brahe y reunió sus cálculos y observaciones las que luego de su muerte se dedicó a afinar,
una de las órbitas más problemáticas fue la de Marte, que no encajaba por ocho minutos de arco con las esferas de Copérnico, y en esta circunstancia, y enfrentando este problema decide tomar una determinación radical: abandonar el círculo. Rompe en este acto con el mandato de Platón de dos mil años y el axioma mas arraigado de la ciencia hasta ese momento: “la perfección del círculo”.
Es así que Kepler propone la elipse como modelo orbital de los planetas, y bajo la perspectiva elíptica todos los cálculos se acomodaban.
Es entonces donde Kepler razona que si las observaciones no encajan, o se las intenta encajar a la fuerza con la Teoría, o la Teoría es errónea. Kepler apuesta al error en la teoría, y al modo de la ciencia moderna construye una regla de inferencia (modus ponendo ponens) donde será la teoría la que falla. Que los planetas se mueven en órbitas elípticas sería la primer poderosa ley que establecerá Kepler, que los radio vectores de los planetas barren áreas iguales en tiempos iguales, sería la segunda, y que los cuadrados de los períodos son proporcionales a los cubos de los ejes mayores de sus órbitas la tercera.. De ahora en más ya no harán falta epiciclos para órbitas que serán en adelante elípticas. Kepler también enfrenta el problema del movimiento, ya sabía que no había ningún “primer motor inmóvil”, y el trabajo era encontrar explicaciones naturales y razonables para este mecanismo. Kepler supone una manera de magnetismo solar en forma de tientos donde el sol barría los planetas y los impulsaba. Kepler había despejado el territorio para sus sucesores: la cabeza de playa estaba tomada y solo faltaba la genialidad de Newton para abrir paso definitivo al método de la ciencia moderna.


Básicamente Galileo contrapone en su  carta las “verdades de fide” donde la institución eclesiástica sostenía premisas falsas solo apoyada en las Escrituras y el poder de su capacidad de administrar la violencia legítima, y las “verdades de facto” que son observables de hecho, verificables y demostrables. Galileo sugiere que estas escrituras debieran hallarse en un todo de acuerdo con los hechos demostrados, o sea con la ciencia, aunque las palabras puedan sugerir a primera vista una interpretación errónea.
Hace una distinción entre el “sentido metafórico de las escrituras” y el error en su interpretación literal y la diferencia con la observación en los problemas naturales donde debería apelarse a la “… experiencia de los sentidos, y las demostraciones necesarias...”. Galileo marca un profundo carácter empirista necesario en la construcción de cualquier razonamiento fundamentado en la observación y la verificación de los hechos, separando claramente los fundamentos de la ciencia astronómica de las “verdades de fide” como fundamento basado en la interpretación de las escrituras-
Finalmente expresa Galileo el sentido de sus ideas en esta magnífica pregunta, acto poético de retórica y afirmación de la ciencia:
¿...por qué cuando deseamos conocer las diferentes partes del universo, habríamos de investigar las palabras de Dios en vez de sus obras?...

Las fuentes de legitimación del conocimiento natural.
Galileo acude a la astucia para guardar sus propias ideas bajo la forma de su alter-ego Salviati, Simplicio representará la vieja visión dogmática del Aristotleismo y Sagredo la visión neutral e inteligente que busca entender sin aferrarse al dogma. En este pasaje Galileo intenta desbaratar la obtusa visión de los dogmáticos que confían más en los textos de Aristóteles que en sus propios sentidos, y dice que Aristóteles mismo confiaría en la observación mucho mas que en cualquier precepto dogmático. Galileo acusa a quienes “...pretendan que los decretos de su voluntad importen mas que las impresiones de sus sentidos, que la experiencia y que la propia naturaleza...”.
Galileo se posiciona como un hombre de ciencia, quién basa su razón y sus demostraciones en los fenómenos observables del mundo natural, y propone una perspectiva epistemológica de la ciencia posicionada en miras de este proceder. Ataca en la figura de Simplicio la sumisión al poder, la obsecuencia con los textos de los “maestros”, la falta de juicio crítico y en definitiva, me atrevo a decir, el poco valor para sostener posiciones irrefutables por verificación de la propia observación.
La fundamentación matemática de la ciencia moderna.
Galileo concibe en este pasaje la posibilidad de expresar las relaciones entre los objetos del universo como relaciones matemáticas, susceptibles de ser cuantificadas por números y relacionadas como objetos geométricos. Prefigura además la idea de “experimento mental” donde el experimentador pueda controlar algunas variables y ensayar las posibles resultados utilizando el cálculo y la razón. Galileo planteará los preceptos básicos de la ciencia moderna: la búsqueda de un mecanismo, la matematización de los fenómenos, el diseño experimental, y la formación de un organismo social e institucional del conocimiento.

Problemas precursores en la ciencia


El punto inaugural de la escuela Milesia está dado en la aparición de los problemas y la particular forma de planteo que propone Thales de Mileto hacia el siglo VI ac.-
Este modo de entender el mundo comienza con la separación de aquellos fenómenos entendidos como “naturales” y aquellos otros fenómenos “sobrenaturales” como resabio heredado del viejo modelo de explicaciones míticas asociadas a dioses antropomórficos extendidos a la exégesis de los problemas que desde Thales en adelante serán “naturales”.
La separación entre la Naturaleza y los Dioses exige reemplazar la idea de “voluntad divina” por la idea de “causa natural”, el trabajo es ahora encontrar la causa que origina y produce el fenómeno, aislar la cadena de causas naturales para pensar la aparición de tales fenómenos.
Esta búsqueda de la “causa original” llevó a Thales a encontrarla en un elemento: el agua; Anaximandro su discípulo, pensaría en un concepto más abstracto como el “Apeiron”, aquello infinito e indeterminado para simbolizar la causa originaria en la constitución de todos los elementos de la naturaleza, dando lugar a la primer teoría evolucionista de las separaciones de un “todo” originario. Anaxímenes pensará luego en “El Aire” como causa originaria y “principio de todas las cosas”, y en un complejo proceso de rarefacción-condensación diferenciando a las sustancias y elementos particulares volviendo al principio monista de Thales pero bajo una perspectiva conciliadora con Anaxímenes donde el aire es un infinito como el apeiron de Anaximandro pero determinado como el agua de Thales.
Se le debe a los Milesios la forma de interrogar a la Naturaleza de un nuevo modo, la expulsión de los Dioses para las explicaciones del mundo, la relación entre causas y efectos para la demostración de los fenómenos, la búsqueda de cadenas causales inteligibles para dar cuenta de los mismos, la búsqueda de un “origen” y la práctica de la crítica racional como nueva actitud del hombre frente a la naturaleza, entre los aportes fundamentales de estos “Filósofos-Científicos” inaugurales de la nueva ciencia.
La escuela de Eleas
Situaremos en Parménides y su poema ontológico como el presupuesto básico sobre el que plantear
el problema del cambio”, problema que tuvieron en común ambas escuelas, y el dilema entre los Milesios y Eleáticos: si tal cambio es posible.
Según Parménides “el cambio” no existe, es una ilusión de los sentidos (y aquí otro problema con los Milesios, dados a la experiencia de lo sensible como fuente de validación de conocimiento), “...Lo que es, es y lo que no es, no es...” dirá Parménides. Según Parménides el Ser es único, ilimitado, no tiene comienzo y es inmóvil. Esta concepción del Ser funcionará como traba a cualquier pieza que queramos mover en el tablero del pensamiento; el Ser es un absoluto no observable. Parménides razona mientras Thales observa y explica.
El Ser no es observable, y no tiene sentido intentar observar, de la nada, nada sale y la nada, nada origina: no hay posibilidad de que algo que “no era” comience a ser ; “algo” “fue siempre” o “no fue nunca”. Muralla más alta que las de Troya para el modo de preguntar de los Milesios, posición que cierra cualquier pregunta por el origen al modo Milesio.
Parménides impone la Teoría como sustrato de la ciencia, a diferencia de Thales y su observación.
La pregunta en este punto, entre ambas escuelas sería: ¿cómo hacemos para conocer? ¿Observamos y explicamos o razonamos.
Otro discípulo de Parménides, Zenón de Elea, concebirá la prefiguración del experimento mental bajo la paradoja de Aquiles y la Tortuga, argumento que pone de manifiesto la contradicción entre la observación empírica y la razón: no importa que sea empíricamente posible si es racionalmente inviable: así de este modo defiende las tesis eleáticas de su maestro negando la existencia del movimiento o la pluralidad del ser.
La escuela Eleática se va a contraponer a la teoría del flujo universal de Heráclito donde se jugará también el problema del “Ser” y el “Cambio”. Heráclito, opuesto a la doctrina del ser Parmenídea sostendrá que todo se halla sometido al cambio, que todo fluye, mientras que Parménides dirá que el cambio no existe y es una mera ilusión de los sentidos, finalmente Meliso de Samos afirmará su doctrina de la perfección del ser increado.
El problema del movimiento mantendrá derivaciones hacia escuelas como la de los Atomistas (Leucipo-Demócrito), quienes concebirán al ser como pequeñas esferas de ser increado, sólido e indivisible en medio de los cuales hay vacío; Y razonarán sobre la subdivisión física del espacio
( condicionada por la naturaleza) y matemática ( Sin correspondencia con la realidad).
La paradoja de Zenón planteada en un espacio matemático va a encontrar una solución por esta vía en la concepción de este espacio físico como la sucesión de pequeños espacios de conjunto discreto de materia-
Los Pitagóricos además de realizar aportes fundamentales a las matemáticas, las armonías musicales y la geometría, hasta llegar a su gloria con el desarrollo del teorema de Pitágoras, colocan por primera vez la idea del origen en una entidad absolutamente abstracta como los números, llegarán a pensar que existe un sustrato donde solo ocurren relaciones numéricas y concebirán a los números como cosas en sí mismas hasta el más profundo fetichismo.
Si los sentidos son débiles lo que importa es pensar, van a decir, y pensarán en relaciones numéricas.
En suma, los presocráticos abandonarán la idea de causas sobrenaturales, e inaugurarán de aquí en más algunos problemas para sus sucesores: las discusiones fundamentales sobre aquello que permanece como un Universal y aquello susceptible al cambio como un particular. Abrirán el debate sobre el fundamento más confiable para el conocimiento: si la razón o la experiencia sensible; Discutirán sobre el principio u origen de las cosas: Tesis monistas o pluralistas (Empédocles y los cuatro elementos, Anaxágoras y la semillas, Demócrito y el átomo)-
En fin, los llamados Presocráticos prefigurarán los problemas de la ciencia en adelante para sus sucesores.


lunes, 5 de marzo de 2012

Tecnología del futuro-

Decir "futura tecnología" puede ser tanto una tautologia como un oxímoron -
"La tecnología" no puede ser mas que futura en su sentido de existencia pragmática social, "lo tecnológico" resulta siempre de una operación sobre el mundo y los otros, la "historia de la tecnología" es otra cosa , tanto como lo es  "la ciencia ficción"  en  tiempo futuro, como área de probabilidades donde los hechos sociales colapsan en la aparición física de recursos humanos simbólicos y herramientas sociales, digamos en que colapse la función de onda de la ciencia humana determinando lo que será " el futuro". El futuro es una función de onda entre hechos que en un amplio rango no podrían ser otros mas que unos cuantos de los que resulten las situaciones del presente. Solo faltan datos que consideramos contingentes para saber exactamente que pasará. ¿o no es así?-
Si consideramos que el libre albedrío es una potencia liberadora  mas que una función racional podríamos decir que sería muy difícil saber donde hará erupción el próximo volcán o estallará el próximo terremoto,( al menos con suficiente tiempo antes de iniciar sus signos evidentes)-
Nadie puede al menos prever la tecnología futura, porque ella devendrá de un orden social nuevo y no el orden social de las herramientas que azarosamente puedan torcer la voluntad del espíritu humano-